martes, 3 de abril de 2018

CONMEMORACIÓN DE LA MANIFESTACIÓN DE JESÚS A LOS DISCÍPULOS DE EMAÚS EL LUNES DEL ÁNGEL




El Custodio de Tierra Santa fue recibido en Emaús El Qubeibeh por una gran multitud, la banda, los scout y el alcalde. Para conmemorar la manifestación de Jesús a los discípulos de Emaús, la Custodia organiza todos los años una peregrinación a El Qubeibeh el Lunes del Ángel. Reconocido como el pueblo que se menciona el Evangelio (aunque hay otras tres opciones sobre su ubicación), El Qubeibeh espera esta fiesta todo el año. Varios autobuses y docenas de coches llegaban desde Belén, Jerusalén, Ramala y alrededores al santuario franciscano desde por la mañana. El Custodio de Tierra Santa en su ingreso en el pueblo fue acompañado por la multitud y escoltado por fray Salem Younis, guardián del santuario, y el alcalde de Emaús, Hasanen Hammudah. Asistió también el delegado apostólico para Palestina, monseñor Leopoldo Girelli.

“En este pueblo casi todos son musulmanes pero la que celebramos es una fiesta grande para todos. Es la fiesta del pueblo”, explica el alcalde. Una vez en la iglesia de los franciscanos se celebró la misa presidida por el Custodio y se proclamó el Evangelio que da origen a la solemnidad. Los discípulos reconocieron a Jesús al partir el pan y por eso el pan es el centro de la fiesta. Este momento está representado en la iglesia de Emaús y hay un signo concreto que lo recuerda. Se bendicen las cestas de pan y después, al terminar la misa, el Custodio de Tierra Santa las distribuye a los presentes. También este año se repitió ese gesto.
“Hoy en esta celebración nosotros somos los discípulos de Emaús y Jesús camina con nosotros, nos explica las escrituras y parte el pan para nosotros”, dijo el Custodio fray Francesco Patton. La homilía fue pronunciada por fray Nerwan Al-Banna, párroco de la parroquia latina de Jerusalén.

“Aquí tuvo lugar el milagro de los discípulos de Emaús, que conocieron a Jesús al partir el pan – afirmó el guardián del convento fray Salem -. Así también nosotros los cristianos hemos venido hoy aquí para conocer a Jesús y celebrar la Santa Pascua en este pequeño santuario”.
Tras la misa, el Custodio de Tierra Santa, junto a la fraternidad de Emaús, se reunió con el alcalde para intercambiar felicitaciones de Pascua, en presencia de la única familia cristiana que queda en el pueblo. Junto a la sede del seminario, hoy vacía, en el gran campo de fútbol, se habían preparado largas mesas. Allí mismo los participantes en la jornada disfrutaron del almuerzo. Luego todos tuvieron tiempo para disfrutar de la espléndida vista y del sol, hasta el momento de la celebración de las Vísperas en la iglesia. Antes de marcharse, fray Salem y el Custodio de Tierra Santa bendijeron una nueva sala restaurada del convento.


Beatrice Guarrera
02/04/2018

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