Hay que felicitar al alcalde de Cádiz, José María González Santos, el de Podemos, por votar a favor de que le concedieran la Medalla de Oro de la ciudad a la Virgen del Rosario. Igual que el PSOE, Ciudadanos y el PP. Todos los partidos, de todas las ideologías, menos los de Ganar Cádiz, que no entienden la Constitución y son irrecuperables para la causa, aunque cuentan con dos monjas, según he leído en un comunicado. Pero al alcalde González la verdad es que nadie se lo ha agradecido, sólo Pascual Saturio en Santo Domingo. Así que para que vea que le reconozco el mérito a Kichi. Pues si hubiera votado en contra, le hubieran llovido los palos. Y como ha votado a favor, también.
Diferente es el caso de una asociación denominada Cádiz Laica, que al parecer se ha molestado muchísimo, como si le fuera la vida laica, o atea, o lo que sea, por una medalla de más o de menos. Las medallas casi siempre se han grabado con vírgenes o santos, tampoco es tan raro. Entre sus argumentos hay uno en el que tienen razón: la Virgen, que es una, ya tiene la medalla. Era costumbre aprobarlas con motivo de las coronaciones canónicas. Carlos Díaz, un alcalde del PSOE, se la concedió a la Virgen de la Palma. Teófila Martínez, una alcaldesa del PP, se la otorgó a la Virgen del Carmen y la Virgen de los Dolores (Servitas). También se la dieron, en 1995, a la Soledad del Santo Entierro. Sin embargo, cuando coronaron a la Virgen del Rosario en 1947 (o sea, en los tiempos de Franco) no la pidieron. Se la ha concedido Kichi el de Podemos, que repara una omisión histórica.
Se podría entender mejor la concesión desde otro punto de vista: si se asume que la medalla se le entrega a una hermandad o asociación que da culto a esa imagen, y que se la coloca porque es su Titular. Eso está reconocido en el Reglamento de Honores. No hay motivos para quejarse.
De todos modos, me parece una falta de respeto que se burlen de las más de 6.000 firmas que lo pidieron. ¿Acaso esa asociación cuenta con más de 6.000 afiliados? Pues con menos de 6.000 votantes tienen los de Ganar Cádiz dos concejales, uno colocado de primer teniente de alcalde y otra de Vivienda y Cultura. Y, además, hay muchos que estamos a favor y no hemos firmado.
Los ateos son respetables. Si se quieren condenar, allá ellos. Pero deben tener sosiego para respetar a los que no comparten sus ideas. Todo eso sin entrar en consideraciones teológicas sobre la Virgen y el feminismo, que ya se trataron en la memoria histórica del dogma de la Inmaculada.
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