Un nuevo miércoles se cierra la edición de SED VALIENTES con uno de los artículos de nuestro querido y recordado Diego Martínez Salas.
Estamos despidiendo este segundo mes del año 2017 y lo hacemos recordando la publicación que tanto Diego como Luis Ruiz Navarro dedicaron a "La Junta de Veinticuatro de la Fábrica Nacional de Paños de Grazalema en 1.822".
Es un trabajo muy detallado y prolijo en datos que habla sobre la historia de Grazalema. Solo comprendiendo nuestro pasado seremos capaces de entender el presente para poner los pilares de un nuevo futuro esperanzador para nuestra tierra y sus gentes.
Eso lo entendió muy bien nuestro querido Diego Martínez Salas y todo su equipo de buenos colaboradores que hicieron de "Raíces de Grazalema" un lugar donde mirar, estudiar, comprobar y sentir de todo un pueblo en profundidad. Gracias a todos ellos por hacer lo que hicieron y por compartir con nosotros su saber y sobre todo su Amor por su tierra.
Quiero, como siempre, con este artículo dedicar un sincero homenaje a la memoria de Diego Martínez Salas así como a su viuda, hijos, madre, familia amigos, cuantos quiso y quisieron así como a Grazalema y todos los grazalemeños.
Recibid todos un fuerte abrazo con sabor a eternidad,
Jesús Rodríguez Arias
raicesdegrazalema.wordpress.com
Publicado por Grazalema
Luis Ruiz Navarro
Diego Martínez Salas
La importancia de la producción de paños en Grazalema
Yerra quien espere encontrar en Grazalema una sencilla y humilde aldea anclada en las estribaciones de una dura y aislada sierra.
Tan pronto como se visita su caserío se advierte que tuvo un pasado económicamente holgado que le permitió construir sus numerosas Iglesias, sus señoriales casas y sus hermosas calles.
El origen de esta riqueza hay que buscarla en la abundancia de agua, y de ovejas merinas y en la laboriosidad de sus gentes que convirtieron a Grazalema en uno de los centros productores de paños más importantes de Andalucía y España.
A título de ejemplo decir que en 1792, Grazalema produjo más de 80.000 piezas de paño de color negro (909.000 metros aproximadamente), frente a las 16.000 piezas de todas las tintadas que produjo Segovia que era en estos años la ciudad castellana más antigua y afamada en la producción de paños. (1)
Serán los paños de Grazalema, y en menor medida los producidos en Antequera y Sevilla los que monopolicen el comercio en Andalucía, aunque los fabricantes Grazalemeños se atrevían igualmente a remitir algunas partidas a varias localidades de Castilla la Vieja por su buena aceptación (2).
La razón del éxito de los paños de Grazalema estaba en su “buena calidad y comodidad de precio”, lo que permitió el mantenimiento de esta importante industria hasta mediados del Siglo XIX, frente a la decadencia generalizada de la producción de otras localidades españolas a partir del último tercio del S. XVIII por la falta de competitividad de sus tejidos. (3)
La fábrica Nacional de Paños de Grazalema en 1.822
Los primeros documentos conservados sobre la producción de lanas en Grazalema, dejando a salvo la Real Cédula de Carlos III de 1.775, se encuentran recogidos en El Diario Mercantil de España y sus Indias que en su número del día 12 de noviembre de 1792 publicó un extenso artículo sobre la actividad de su fábrica y del que nos hicimos eco en “La Economía de Grazalema en el Diario Mercantil de España y sus Indias de 12 de noviembre de 1792”.
(https://raicesdegrazalema.wordpress.com/2014/05/25/grazalema-en-el-correo-mercantil-de-espana-y-sus-indias-del-lunes-de-noviembre-de-1-792/)
Los siguientes datos son del primer tercio del Siglo XIX. Media el Trienio Liberal y D. Rafael del Riego preside las Cortes Generales. Fernando VII, sigue conspirando para volver a instaurar la Monarquía Absoluta. Corren nuevos tiempos y se llevan a cabo reformas en los Gremios y Cofradías.
En Grazalema, la industria que desde tiempo inmemorial da ocupación a la mayoría de sus vecinos y fama al pueblo, la de tejer lanas, reúne a fabricantes y operarios: maestros tejedores, tintoreros, bataneros… en la Fábrica Nacional de Paños de la Villa de Grazalema, que en estos años abandonó su denominación tradicional de Real Fábrica al aire de las nuevas ideas constitucionales que reivindicaban la soberanía de la nación española, frente a la visión de los Borbones que concebían el estado como un patrimonio de su propiedad.
Tenemos el privilegio de poder seguir los avatares de nuestra Fábrica en estos años y, por tanto de nuestros paisanos. Asistamos a las reuniones que “al toque de la oración de la noche” se celebran en la Sala Capitular del Ayuntamiento. Para ello sigamos lo que nos dicen las Actas de aquellas, que hemos tenido la dicha de leer:
“En la villa de Grazalema, a 5 de marzo de 1822, se reúne D. Domingo Candil, alcalde primero constitucional por ante mí el Secretario, dijo: que los diputados de la Fábrica Nacional de Paños, de la que es Juez Subdelegado, han solicitado se convoque a Junta de Veinte y quatro en ésta Sala Capitular para la oración de ésta noche a efectos de tratar asuntos beneficiosos a la misma Fabrica. Y con su orden, mandó que yo, el Secretario, con la asistencia de un Aguacil, cite a los Veinte y quatro individuos vocales para que concurran a la expresada hora en esta casa de Ayuntamiento y que respecto a que suele suceder que los citados vocales, en menosprecio de la Autoridad convocante, se resistan muchas veces a concurrir a Junta, se le aperciba en el acto de la citación que al que falte se le exigirá la multa de dos ducados y que en caso de que alguno o algunos de dichos vocales se hallen ausentes, se le hará la citación a sus mugeres o familia para que les pase el mismo perjuicio que si le notificase en persona. Y por éste auto así lo proveyó, mandó y firmó” (4)
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El Escribano del pueblo, Don .Joaquín de Piña y Castañeda, que ha sido requerido para que actúe como secretario en éste acta, cita personalmente a los “Veinte y quatro”: José Varea Borrego, Nicolás de Pomar, Esteban Valentín Román, Francisco Guerrero, Nicolás Díaz, Francisco de Paula Naranjo, Juan Antonio Varea, Francisco Ventura, Juan Román Álvarez, José Rincón, Juan Ximénez Ximénez, Atanasio Guerrero, Andrés Medinilla, Rafael Ruiz, Salvador de Castro, Juan Santiago Varea, Pedro de Castro, Vicente Naranjo, Fernando Quiroga, Rafael Gómez, Ramón Zarzuela, Cristóbal Gómez, Joaquín Salguero, Antonio Ximenez Canto.
Da fe el Sr. De Piña y Castañeda que todos son citados el mismo día cinco de marzo en persona o en la de sus mujeres. D. José Rincón, que apostilla su mujer “está enfermo en cama e imposibilitado de asistir” y D Andrés Medinilla que manifiesta su mujer “aunque había salido para la Iglesia, estaba convaleciente de una enfermedad y tiene prohibidos por los médicos salir por la noche” y D. Juan Ximenez no ha podido ser citado.
Por tanto, cumplimentado, con absoluta diligencia el mandato, D. Domingo Candil, Alcalde y Juez Subdelegado de la Real Fábrica de Paños, a la hora de las oraciones de la noche y en la Sala Capitular del Ayuntamiento, da solemne comienzo a la Junta de Fábrica, con asistencia de todos los vocales citados, incluso D. José Rincón que horas antes su mujer había manifestado que estaba enfermo en cama, que “…con D. Andrés Medinilla, por estar enfermo y D-. Juan Ximenez, que no ha podido ser citado constituyen la totalidad de la Junta de Veintiquatro”
El primer punto acordado, es nombrar Secretario de la Junta, cuyo puesto está vacante desde el año anterior. Por unanimidad, recae en el Escribano del partido D. Joaquín de Piña y Castañeda para que autorice los acuerdos y despache los demás asuntos, dándose facultades a los Diputados para que le señalen sueldo.
Rinden cuenta los Diputados D. José Varea Borrego y D. Nicolás de Pomar del fondo de la Junta desde Agosto del año anterior y resulta “un remanente a favor de la misma de 557 y tres quartillos rs. y estando dadas con la pureza y justificación debida, acordó la Junta aprovarlas y las aprovó quanto ha lugar”.
Pero llega el turno a las malas noticias y se enumeran las deudas:
“Se adeudan las asignaciones al Sr. Juez Delegado, 600 rs. y las de los dos diputados, que suman 400 rs. Al escribano saliente 160 rs. A D. Juan Santiago Varea que los suplió para la obra del Río Avajo, 578 rs., 51 y quartillo a D. Nicolás de Pomar para la misma obra. Y 450 rs a la Hermandad del Rosario por atrasos de tres años de los réditos del censo sobre el Huerto del Rio Abajo y 320 a D Salvador Mateos que los invirtió en asuntos beneficiosos para ésta Fábrica. Cuyas cantidades componen 2.559 rs. y cuartillo para cuyo pago no hay otros fondos que los 557 que han resultado de alcance de la cuenta que acaba de rendirse.”
De lo hasta ahora leído podemos deducir como la Junta estaba integrada por los mayores fabricantes y por representantes de los oficios, e intervenida por el Alcalde Ordinario como representante de la autoridad gubernativa.
La Junta de los veinticuatro elegía anualmente al Juez Delegado y al Subdelegado que resolvían los conflictos y disputas entre los distintos oficios, y que examinaban el cumplimiento de las Ordenanzas de la fábrica en la producción de paños. Por último los Diputados eran los encargados de la administración ordinaria de la fábrica, todo lo cual era legalizado e intervenido por el Secretario de la Junta que a la sazón era el escribano o notario de la villa.
El Sello de la Real Fábrica de Paños
Para garantizar la procedencia de los paños evitando el contrabando, la elaboración de los paños con la calidad mínima exigida a cada tipo por sus Ordenanzas, y el pago de los derechos de la Real Fábrica, se exigía que los fabricantes sellaran los paños producidos con el Sello de la Fábrica de Paños de Grazalema.
El sello en cuestión era un sello de plomo circular de unos tres centímetros de diámetro en el que en una sola cara se estampaba la leyenda “FABRICA DE PAÑOS DE GRAZALEMA”, mientras en el reverso se estampaba el nombre del fabricante. Se realizaban en plomo por el método de fundición en molde y se aplicaban sobre la pieza por percusión en caliente con un martillo manual o mecánico hasta perforar la tela o bien sobre unos cordeles aplicados a la misma.
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La comercialización de las piezas de paños sin el correspondiente sello, conllevaba la imposición de la correspondiente multa que era ingresada en el “Arca de las Tres Llaves” que se custodiaba y aún se conserva, en el edificio del Ayuntamiento y donde se guardaban, las actas, los fondos, y los patrones de calidad de las piezas. Si a la falta de sello se unía la omisión de los mínimos de calidad impuesto para cada tipo de paño, se procedía a la inutilización de la pieza.
Las piezas terminadas se debían presentar los días señalados para ello en el edificio del Ayuntamiento, de donde no debía salir el sello a fin de evitar fraudes y corruptelas y tras ser examinada a presencia del Alcalde Ordinario, los Diputados, Jueces de la Fábrica y Secretario, se procedía a su sellado, si reunía los requisitos de calidad determinados por las Ordenanzas de la fábrica previo abono del canon por este trámite que según el acta que estamos viendo era de once cuartos y medio por cada “jerga” en 1.822. Caso contrario se devolvía al fabricante. (5)
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Esta función de veedor o sellador era con frecuencia arrendada por la fábrica a un tercero que se le denominaba arrendador por una cantidad alzada, como acreditan la referida acta en las que se acuerda:
“Que se subastase el ramo de sellos de la Fábrica vajo las siguientes condiciones: De haverse de cobrar once quartos y medio por el sello de cada Jerga y que no se sacasen (comprasen) de casa de los texedores jergas sin sellar y que sean de cuenta del arrendador el pago de escribanía y papel; que diese la fianza… y que de la quarta parte de las denuncias que se pusiesen por dicho arrendador por contravenencias a las ordenanzas y acuerdos de fábrica quedasen a su beneficio.”
Los Lavaderos
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La fabricación de paños requería una gran cantidad de agua para el lavado y tinte de las lanas, operación ésta última que se realizaba tras el esquileo de las ovejas, sumergiendo los vellones en caliente en unos enormes peroles de cobre, donde se eliminaban las impurezas (paja, tierra, suciedad y otros residuos vegetales), tras lo cual se aclaraban con agua fría y se dejaban secar en una superficie plana o al calor de las hogueras de los peroles.
Este proceso se realizaba al pie de las mismas fuentes, lo que justificaba que la Fábrica de Paños que era la propietaria de los peroles se hiciese cargo de la construcción y conservación de algunas de ellas. De hecho es más que probable que parte de las más de ochenta fuentes existentes en Grazalema, (número inusitado para un solo municipio) tuviesen su origen tanto en la necesidad de abrevar la enorme cabaña de ovejas existente como de dotar a los fabricantes de numerosos puntos de lavado para las lanas.
En el acta analizada consta como la Junta se hacía cargo de la conservación de tres de estas fuentes:
“Y que siendo indispensable acudir a la pronta reparación de los lavaderos de Chorrito, Pileta y Rio Avajo, que se hallan casi arruinados y de resultas de la grande lluvia que se experimentó a fines del año anterior para cuya obra se calculan prudencialmente necesarios gastar 4.550 reales porque de no hacerse así no hay donde lavar las lanas pendientes de recolección…”
“Por ello, se propone hacer una suscripción voluntaria entre los individuos de la Junta, y “demás fabricantes de fondos”
(…)
“Acuerda la Junta aprobarlo por unanimidad y seguir los tramites de oficiar a la Diputación de Provincia o al Tribunal que competiere para que teniéndose los fondos se proceda al pago de las deudas.
Así fenece la Junta que firman todos los individuos.”
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La fuente de las Piletas muy transformada se encuentra en la Rivera del Gaidobar en el lugar conocido como Llano Las Piletas. La “Fuente del Chorrito” aún se conserva. Para llegar a ella hay que salir del pueblo por los Peñascos y la calle del Chorrito, hasta cruzar el puente sobre el río Guadalete. A los pocos metros y a la derecha de la carretera se encuentra esta fuente que era el lugar tradicional donde las mujeres del barrio alto lavaban y tendían la ropa.
Abandonada y en mal estado de conservación, aún conserva el pilón de piedra rosada que recoge el agua del único caño en uso de los dos que tenía.
Esta fuente y la “Fuente de los Ocho Caños” y sus lavaderos, eran los más importantes tanto por su antigüedad y caudal como por el carácter perenne de sus aguas que nacen de una surgencia existente entre el Matadero Viejo y la Villa Turística de Grazalema que da lugar al manantial del Arroyo del Fresnillo. (6)
Este manantial surtía además a la “Fuente del río abajo” que es la misma que hoy se conoce como “Fuente de la Casa del Tinte”, enclavada en la “Huerta del Río Abajo”, y que era propiedad de la Real Fábrica de Paños pues en estas actas se ordena abonar:
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“450 reales a la Hermandad del Rosario por atrasos de tres años de los réditos del censo sobre el Huerto del Rio Abajo”.
En todo caso las actas que estamos estudiando acreditan como la Fábrica de Paños ordenó en 1.822:
“…que se hiciere la casa en el Rio de Avajo, proyectada hace muchos años, como muy necesaria y en consecuencia la Junta acordó hacerlo así constar.”
Casa que hoy se conoce como la casa del tinte y que en su origen no fue un cortijo sino un secadero para las lanas tras su lavado y tintado.
Para hacer frente al coste de estas obras en la Junta de uno de mayo de 1822:
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“…el vocal D. Joaquín Salguero, usando de generosidad dijo: que para que a nadie se agravase con otra exacción estaba pronto a prestar por sí solo 4000 reales con destino a esta composición cuya obra es demasiado urgente con tal que la partida de lana que piensa traer se le permita lavarla en cualquiera de los citados lavaderos, luego que concluya de lavar el fabricante que lo esté haciendo en el día que el Salguero traiga la suya y que los concurrentes se obliguen a satisfacerle la expresada suma según se vayan cobrando al arrendador de los sellos y que el último pago se verifique antes de concluir el presente año”.
Proposición que fue aceptada obligándose la Junta y cada uno de los concurrentes en particular, a pagarle la citada cantidad en los términos propuestos y con antelación a otra deuda, con la excepción del pago de una caldera nueva que es preciso comprar para el lavadero de la Pileta.
“…avalando los vocales con todos sus bienes y efectos presentes y futuros y especialmente los enseres de la Fábrica, a excepción del vocal Francisco Guerrero que no quiso quedar obligado a cosa alguna.”
Entregada la referida cantidad se ejecutaron las obras devolviendo la Junta la cantidad prestada por acta del cuatro de Septiembre de mil ochocientos veintidós.
Tras la publicación del presente artículo el Ayuntamiento de Grazalema procedió a la recuperación de la fuente del Chorrito que ahora presenta este remozado aspecto, si bien en las obras ha desaparecido la piedra caliza donde se daba cuenta de la reparacion de la fuente en 1.822
Notas.-
(1).-MARTINEZ SALAS DIEGO “La Economía de Grazalema en el Diario Mercantil de España y sus Indias de 12 de noviembre de 1792”.
(https://raicesdegrazalema.wordpress.com/2014/05/25/grazalema-en-el-correo-mercantil-de-espana-y-sus-indias-del-lunes-de-noviembre-de-1-792/)
CEBALLOS ESCALERA ALFONSO. El Real Sello de Paños de Segovia.
MARTINEZ SALAS DIEGO. Op. Cit.
MOLAS RIBALTA PERE. La actitud económica de la burguesía en la España del Siglo XVIII.
Las actas citadas son copia de las originales en poder de un particular y fueron fotocopiadas y conservadas en el Archivo de Luis Ruiz Navarro.
CEBALLOS ESCALERA ALFONSO. Op. Cit.
CONOCE TUS FUENTES.
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