lunes, 27 de febrero de 2017

LECCIÓN DE IDA Y VUELTA; POR ENRIQUE GARCÍA-MÁIQUEZ



Diario de Cádiz

Hace siete años, puse en mi blog unos versos y reté a mis lectores a qué adivinasen de qué poeta eran. Fueron éstos: "Los sauces con ser sauces/ no dan tal sensación de desconsuelo". "Quererte es incurable/ (o quiero que lo sea)". "Creo que estoy tocando la verdad,/ se me han puesto las puntas de los dedos/ llenas de espinas". "La soledad de dos, cuando uno sólo ama". "Me temo estar imitando a escritores/ que aún no han nacido". "He muerto ayer y resucito ahora". "Aquí ahora sentada/ arrodillada al aire/ -dando gracias-". "Perdonar es como hacer un milagro". "El amor es un sitio para estar;/ alrededor/ se borran los caminos". "Voy a olvidarte y enseguida vuelvo". "Poetas tristes, dejaros de bobadas". "El amor me ha vendado antes de herirme". "Se lleva bien la soledad conmigo". "¿Acaso la belleza no tiene corazón?" "Todo lo que ya soy y aún no merezco". "En el verso hay más sangre que tinta". "Tus palabras se han sentado a mi lado". "No dejes de abrazarme hasta que nunca..."
Gloria Fuertes es la poeta. Mi intención era doble: mostrar que no se trata sólo una autora de poesía infantil y que no es una poeta más de poesía adulta, sino una excelente y necesaria para contrarrestar tanta cosa escrita sólo con tinta. Anoche me entró el pánico porque vi que se hablaba de ella por su centenario y ésa es una fiesta que no quiero perderme por nada del mundo. Me puse a escribir a toda prisa este homenaje. Me dolía, porque hojeaba sus libros y quería quedarme leyéndolos, y no tenía tiempo si quería enviar mi artículo enseguida. Lo bueno de los aniversarios de los escritores es que les vuelven a dar actualidad y lo malo es que algo muy fugaz, como actualidad que es.
Me conformaría con reflexionar aquí sobre la lección de libertad de Gloria Fuertes. Puso su prestigio de poeta al pie de los niños a los que ofrendó una poesía postista, gamberra y tierna. Ahora todos se quejan de que la encasillaron, pero porque la gente llora ininterrumpidamente. En realidad, Gloria Fuertes hizo lo que quiso y nos dejó la oportunidad efervescente de redescubrirla y admirarla contra el tópico.
En el último momento, veo que la fecha exacta de su centenario será el 28 de julio. Ah, uf. Una ventaja de escribir todos los días es que podemos volver aquí el día justo de la fiesta, con sus libros ya leídos, a celebrar su lección poética para adultos. Hay tiempo y de leerla no nos arrepentiremos nunca.

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