Visto lo visto y dejado por ver cada vez estoy más seguro de que algunos son capaces de lo más hiriente y deleznable para reafirmarse ante ese mundo que por cojones nos quieren imponer. Me estoy refiriendo al lobby gay y la última de sus manifestaciones como es la profanación, en toda la regla, hacia la fe, la creencia, el amor y la devoción de millones y millones de personas.
Sí, ayer en el Carnaval de Las Palmas se profanó no a la religión católica sino al insondable amor que le tenemos a Cristo Jesús y Su Bendita Madre María.
Ayer en el concurso de las "reinonas", que no puede haber algo más vulgar y ordinario, ganó una "drag queen" que se cachondeaba, ridiculizaba, ofendía, profanaba a la figura de la Virgen María y también a Jesús.
Estas "reinonas" que se dedican a cagarse en nuestras creencias, en nuestra fe, son las que después se pasan el año entero proclamando sus "derechos" e imponiéndonos su forma de ser y pensar con el visto bueno de los "pseudoprogres" de pacotilla que nos gobiernan sean de derechas y de izquierdas.
Estas "reinonas" son capaces de ofender a nuestra religión así como a todos los católicos porque nosotros no vamos a responder con otras armas más que la callada respuesta, las palabras dichas desde la lógica indignación o una justa denuncia en los tribunales aunque después los cobardes, los acomplejados, los defensores de no se qué, nos tachen e incriminen como homófobos mientras los representantes de lo vulgar, lo soez, lo mezquino, lo que no se puede definir desde la elegancia y la correcta educación, campan a sus anchas en orgiásticas orgasmías.
El resto de la humanidad tenemos que agachar la cabeza ante la ideología dictatorial de género, tenemos que asumir lo inasumible de la "diversidad", tenemos que callarnos ante las ofensas que nos propinan las "reinonas" y quienes las dirigen así como a los políticos de turno tan sensibilizados con esta causa aunque les parece dar igual si el paro sube o baja y los ciudadanos se encuentran cómodos en cada respectiva ciudad.
No se pone el Belén en Navidad, o se echa a un lado, por no molestar a las minorías, se cuestiona la Semana Santa y se hace todo para que nuestras procesiones, que son una manifestación pública de fe y apostolado, interfieran y molesten cuanto menos posible a esa "minoría", hay quienes ya dicen más en público que en privado que la fe se tiene que vivir desde las "sacristías" y no en el espacio público en una línea muy propia de la masonería que también dirige las cuerdas de los correspondientes lobbys entre ellos el que da cobijo a las "reinonas".
Pienso que la ofensa que redunda en profanación de sentimientos del carnaval de Las Palmas le va a salir el tiro por la culata pues al querer denigrar de esta soez y vulgar forma, ellos son así, a la figura de la Virgen María y de Cristo Jesús con el fin de criticar y atacar a la Iglesia no solo no lo han conseguido, no hiere quién quiere sino quién puede, sino que muchos gays que son verdaderos apasionados de la imagen de la Virgen y de Jesús, muchos de ellos son grandes vestidores, artistas, que ponen todo su arte para que a la Madre de Dios y a su Bendito Hijo luzcan con la luminosidad que afloran en sus corazones llenos de Fe y devoción a las figuras que las "reinonas" y sus secuaces han intentado ridiculizar.
Por lo que pienso que a pesar de este intento de profanación, de herir de la manera más vulgar que existe, de sentirse amparados por un poder corrupto que lo permite todo menos lo que tenga que ver con lo cristiano, con lo católico, les ha salido el tiro por la "culata" pues aunque se está hablando de ellos, de su provocación, de haber ganado una pequeña batalla, han perdido más de lo que puedan haber conseguido por se les ha echado encima propios y extraños ya que no todo es admisible, no todo se puede permitir, no todo se debe consentir en un estado democrático y también de derecho. Esta ofensa al sentimiento religioso debería tener su contestación por vía judicial pues el imperio de la ley es igual para todos, también para las "reinonas", los que las protegen y aplauden.
Ellos nos pueden acusar de homofobia, pues no opinamos y pensamos lo mismo, y yo los acuso de cristanofobia pues odian a lo cristiano, lo católico, los que profesamos una creencia, una fe que ellos quisieran hacer desaparecer.
Muchos al ver esta noticia me han dicho si se hubieran atrevido hacerlo con las creencias de la religión musulmana. Les digo que no porque simplemente antes los hubieran colgado pues no olvidemos que los musulmanes castigan a los gays, lesbianas, es decir a la diversidad, con la pena de la horca.
Los católicos somos muy "malos" y hay que acabar con ellos. Los musulmanes son otra cosa porque estos simplemente acaban con las reinonas, el lobby y todo lo que considere como infieles.
Sí, a las "reinonas" les ha salido el tiro por la "culata"...
Jesús Rodríguez Arias
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