Quedan apenas tres días para que comience una nueva Cuaresma y por estas fechas empiezan a llegar esas publicaciones tan características de nuestras Hermandades y Cofradías en formato boletín.
Con los años ha vuelto a renacer esa ilusión por leerlos y disfrutar de lo que nos dice, nos muestra, nos hace llegar a todos sus hermanos.
Debo decir que leo hasta todas las comas hasta el último punto lo que quiere exponer abiertamente así como lo que se quiere hacer llegar "entre líneas".
Hoy comparto con vosotros mi dominical artículo publicado en exclusiva en INFORMACIÓN en el apartado que dirige y coordina mi buen hermano Pepe Moreno Fraile y que trata precisamente sobre este tipo de publicación pues hoy mi "artículo es de boletín".
Jesús Rodríguez Arias
UN ARTÍCULO DE BOLETÍN
Estamos en
un tiempo en los que a los buzones nos llegan esas revistas tan bien cuidadas
en formato de boletín en la cual cada hermandad a la que pertenecemos nos
ofrece información a modo de noticias, proclamas y opinión en tiempos de
Cuaresma. De un tiempo a esta parte se nota la digitalización del proceso y que
la calidad de diseño e imagen ha ido aumentando aunque no todos son iguales en
contenido. Hay algunos que son estéticamente impecables que no dicen
absolutamente nada y otros a lo mejor no tan “espectaculares” pero de gran
profundidad así también existen los que unen todo.
Este tipo de
publicaciones en formato papel son imprescindibles para todos los hermanos y
más para los más mayores que no están duchos en el manejo informático. También
está la ventaja de guardarlos como parte de la historia que testimonia el
transitar de la respectiva hermandad a lo largo de los años. Los sitios web,
las redes sociales, los grupos de WhatsApp u otros tipos de mensajerías están
muy bien pero los boletines siempre serán los boletines.
La mayoría
de las cofradías cuenta con esos hermanos de cierto prestigio o proclives a la
escritura para que aporten sus artículos de opinión además de otras firmas que
redundan en ofrecer temas de interés cofrade, religioso o social encaminados al
humanismo cristiano que lo que hacen es engrandecer cada respectivo boletín
cuaresmal.
Son los
boletines perfectas tribunas donde algunos manifiestan sus pensamientos, líneas
de evangelización, de actuación de la propia cofradía, información de los
cultos internos y externos, actos propios de la hermandad, todo ello ilustrado
con fotografías, dibujos, así como proclamas perfectamente diseñadas. En ella
escriben los directores espirituales así como el hermano mayor como secciones
fijas.
Me suele
interesar mucho lo que expone cada director espiritual pero más me fijo en lo
que escribe el correspondiente hermano mayor y también como lo hace,
deformación literaria, así como el mensaje que quiere expresar. Muchos abren los
brazos a todos los hermanos implicándolos en el día a día de la cada hermandad,
ilusionándolos y haciéndoles partícipes de lo que se hace y se tiene proyectado
hacer. Que se impliquen o no es otro cantar pero al menos el ofrecimiento queda
hecho.
Hay otros
que bajo un tema genérico se dedican a dar guantazos a base de indirectas en
las que defienden su cuestionada gestión echándole la culpa de todo mal a esos
hermanos que según estos están anquilosados en el pasado y no quieren avanzar.
Me parece totalmente lamentable que se use esta ventana que debe servir de
pegamento entre todos los que componen la cofradía en cuestión. Suelen ser
estos dirigentes que están entregados al “buenismo” los más proclives a
utilizar estos resortes porque en verdad toda esa “bonhomía” es una pose porque
no es no admitan las críticas sino que no soportan a esos hermanos que les caen
mal porque ven en ellos un peligro inminente en su pequeño cortijo familiar en
la que han ido convirtiendo la hermandad en cuestión.
De todo hay,
solo hay que hacer una lectura detenida y pausada de lo que cada uno quiere
decir, explicar, contar o exponer y sabrás el trasfondo de cada pensamiento,
decisión o de determinada línea de actuación. Es lo que se llama “leer entre
líneas”.
Son los
boletines una demostración palpable de las hermandades en las que los hermanos
cuentan y en las que no ya que incluso molestan mucho cuanto digan, hagan e
incluso callen. También, para qué negarlo, por este tipo de publicaciones te
enteras de los fichajes de cada temporada pues con los cambios de las
respectivas juntas vemos nombres y apellidos de miembros que en sus tiempos
estuvieron en una o varias hermandades, en sus respectivas juntas o en los
círculos de influencia. Este apartado es muy entretenido dicho sea de paso.
Ahora más en
serio, con los años he vuelto a sentir esa ilusión que una vez creí perdida en
lo más lejano de mi juventud cuando recibo los boletines de las hermandades a
las que pertenezco. Algunos ya me han llegado y los he leído con sumo interés
otros llegarán en su tiempo y forma para poder disfrutar de este tipo de
publicaciones específicamente cuaresmales que nos ayudan a entender el día a
día de este apostolado.
Soy hermano
de muchas cofradías dispersas por toda España y no os podéis ni imaginar lo que
disfruto con los boletines porque en ellos te enteras de la vida de las mismas
así como la idiosincrasia de cada una de ellas.
Jesús
Rodríguez Arias
Hetepheres Benítez Collantes me ha hecho llegar este comentario que en honor al sacrosanto respeto a la libertad de expresión debo publicar:
ResponderEliminarpido perdón por si hay alguien a quien le moleste. Y si Jesús Rodríguez Arias ve conveniente que lo quiite lo borraré sin ningún problema.
Al contrario de Jesús yo solo soy de una sola hermandad. No diré cual. Y me hice hermana sabiendo lo que hacía. De hecho no me hice hermana hasta que no leí los estatutos. Creo que pocos hermanos lo hacen. Entré en la hermandad no por devoción las imágenes. Sino por la gran labor que hacia este movimiento eclesial que hace a nuestra,madre la Iglesia. En definitiva era entrar en una familia, que la unión era los santos titulares y como toda familia el hermano mayor no solo era el que tenia la máxima responsabilidad sino el que unía y servía a todos los hermanos.
Desde hace unos años en mi hermandad no es así. Lo siento. Y al leer la tribuna de mi hermano mayor me lo ha confirmado. No unes a los hermanos, los separas. Creas discordia y decepciones.
A mi la verdad no me haces daño. Yo sirvo a la Iglesia en otras labores y hace tiempo que sé que mi hermandad no es una familia. Pero cuida a tus hermanos que es el gran tesoro que tiene la hermandad. Es mas es el único tesoro que tiene.