LOS ÁNGELES, 22 Feb. 17 / 12:46 pm (ACI).- En su nueva columna semanal titulada “La alegría del matrimonio”, el Arzobispo de Los Ángeles (Estados Unidos), Mons. José Gómez, hizo una reflexión sobre la necesidad de fortalecer y restaurar el sentido de este sacramento a partir de la encíclica del Papa Francisco “Amoris Laetitia” y de unas recientes experiencias pastorales.
“Necesitamos fortalecer los buenos matrimonios y las buenas familias, y elevarlas como modelos para los demás, especialmente para nuestros jóvenes. Tenemos que mostrarles a nuestros jóvenes lo hermoso que es estar casados y empezar una familia, lo hermoso que es compartir el plan de Dios para la humanidad”, afirmó.
El Prelado recordó su participación en la reunión interregional anual del Consejo Pastoral de la Arquidiócesis de Los Ángeles y en la celebración del Día Mundial del Matrimonio, donde presidió la renovación de las promesas matrimoniales de 64 parejas, entre las cuales había un matrimonio de 71 años.
Mons. Gómez indicó que en su trabajo pastoral siempre busca desarrollar mejores prácticas para “proclamar la hermosa visión que la Iglesia tiene del matrimonio”.
“He estado pensando cada vez con mayor frecuencia que necesitamos restaurar el sentido de ‘misterio’ dentro de nuestras enseñanzas sobre el matrimonio. Necesitamos ayudar a nuestra gente a entender que el matrimonio es parte de algo más grande que todos nosotros. Es parte del misterio de la creación, parte del misterioso plan de amor de Dios”, prosiguió.
Respecto a la “Amoris Laetitia”, el Arzobispo de Los Ángeles dijo que su contribución más importante es que “nos ayuda a ver que, en el plan de Dios, hay algo sagrado, algo maravilloso en esa relación permanente y portadora de vida que se da entre el hombre y la mujer en el matrimonio”.
“Lo que la Iglesia enseña y proclama es la alegría del amor humano, la verdad de que el hombre y la mujer están hechos para reunirse en un encuentro que refleja el amor de Dios, que forma parte de su plan para la familia humana”, explicó.
“Jesús nos enseña que Dios es el autor de todo matrimonio y que él es quien le da a cada pareja una vocación: la de vivir su amor hasta que la muerte los separe, la de entregarse en el amor y renovar la faz de la tierra con sus hijos, que son frutos de su amor y del precioso amor de nuestro Creador”, manifestó el Arzobispo de los Ángeles.
Mons. Gómez señaló que a través del matrimonio el hombre y la mujer son capaces de participar del propio poder creador de Dios, ya que generan vida.
“Dios quiere que seamos sus compañeros, sus co-creadores. Por eso Dios creó a la persona humana a su imagen como hombre y mujer. Él llama a los hombres y a las mujeres a compartir, a través de la unión de sus cuerpos en el matrimonio, en su propia divinidad y en su obra creadora. A través de la unión matrimonial de sus cuerpos, el esposo y la esposa participan del propio poder de Dios, creando con él hijos e hijas que también llevan la imagen de Dios”, concluyó.
Puede leer la columna completa AQUÍ.
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