El X Congreso Trinitario Internacional, que abordó la situación de los cristianos perseguidos, puso de manifiesto cómo la aparición del Daesh ha hecho saltar por los aires la convivencia pacífica entre musulmanes y seguidores de Jesús
Jana es una joven periodista siria y cristiana. Se le caían las lágrimas cuando, en el marco del X Congreso Trinitario Internacional, organizado por la Orden Trinitaria de España los pasados 24, 25 y 26 de noviembre, recitaba el padrenuestro en arameo. Luego tomó la palabra y dijo: «Los radicales del Estado Islámico nos están eliminando. Antes de 2011, musulmanes y cristianos hablábamos la misma lengua aramea de Jesús de Nazaret. Había buenas relaciones fraternas entre cristianos y musulmanes. Pero el Estado Islámico nos ha enfrentado y dividido y las traiciones y torturas a cristianos están a la orden del día».
Jana participó en una mesa redonda del congreso, que tuvo lugar en la Facultad de Teología de Granada y que abordó, además de la persecución religiosa, la cuestión del Dios Trinidad y del ecumenismo. De hecho, quedó de manifiesto la relación entre los temas, pues, por ejemplo, de la persecución está naciendo lo que se llama ecumenismo de sangre. Ella puso voz a personas que ya no la tienen y que sufren atrocidades en el mundo solo por dar testimonio de su fe: «Aida iba con su hija en el autobús con su hija de 4 años. Un soldado del Estado Islámico le quiso quitar a su hija amenazándola con matar a las dos. Aida lloró amargamente por la pérdida de su hija, pero tiene la valentía de perdonar, como Jesús en la cruz, a los captores».
«¿Qué ha hecho Occidente?»
Otra periodista siria, Hanne Masaad, puso de manifiesto la situación en la que viven los cristianos en el país: «Están en medio de una guerra atroz e inhumana. No son héroes. Son cristianos que siguen en serio a Jesús. Para ellos, Jesús no es una teoría, sino una persona por la que están dispuestos a perder todo, a morir».
El testimonio de los cristianos de Oriente lo completó el obispo de Alepo y presidente de Cáritas Siria, monseñor Antoine Audo, que afirmó que «los medios no hablan de los dos millones de sirios en Alepo que diariamente son bombardeados en sus escuelas y hospitales por el Estado Islámico. Antes de la guerra, en Alepo había 160.000 cristianos. Hoy solo quedan 30.000. ¿Qué ha pasado? ¿Qué ha hecho Occidente ante esta realidad?».
Los cristianos de Siria –añadió– no comparten que allí exista persecución, sino más bien «una instrumentalización de la minoría cristiana en Siria para aterrorizar al Occidente cristiano». Monseñor Audo explicó la manera en que los cristianos dialogan en su ambiente con los cristianos de otras confesiones y con los musulmanes. Sobre esto último, dijo: «La guerra ha intentado provocar luchas entre cristianos y musulmanes. Pero ha sido en vano». Y añadió, al hablar de cómo viven los seguidores de Jesús está situación, que «somos pocos, frágiles y estamos amenazados, y sin embargo orgullosos de ser cristianos».
En el congreso también participaron profesores como Gonzalo Zaragoza, Santiago Madrigal, Diego Molina, Eloy Bueno y Juan Pablo García Maestro. Este último pronunció una ponencia sobre ecumenismo, al que se refirió como un «compromiso» de la Orden Trinitaria. «El ecumenismo tiene futuro porque Jesús lo quiere y porque su espíritu nos apoya en esta tarea […]. No es un apéndice de nuestras tareas pastorales, sino una perspectiva para la entera vida de la Iglesia […]. El ecumenismo que viene deberá poner en el centro de la reflexión el testimonio del Dios vivo», dijo.
Estuvieron también presentes durante los trabajos del congreso el ministro provincial de los Trinitarios, Pedro Huerta, y el vicario general de los Trinitarios, Pedro Aliaga.
F. Otero @franoterof
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