martes, 20 de octubre de 2015

PARA MEDITAR

El ser humano no es tan egoísta como a simple vista puede parecer. Para contentarlo no pide grandes cosas: Un recuerdo el día de su cumpleaños, un saludo cuando se le encuentra, una flor, especialmente para las mujeres, un recuerdo después de un viaje. Cosas que cuestan poco a quien las ofrece y hacen sentir a quien las recibe estimado y apreciado: Ser alguien. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario