En las últimas fechas, dos vídeos han conmocionado Estados Unidos: en el primero, difundido la pasada semana, la directora médica de Planned Parenthood, Deborah Nucatola, era cazada con cámara oculta reconociendo que su organización despieza cuidadosamente algunos niños durante el aborto para vender intactos sus órganos; en el segundo, difundido este martes, la presidente del consejo de directores médicos de Planned Parenthood, Mary Gatter, era también cazada con cámara oculta negociando el precio de ese tipo de operaciones y comprometiéndose incluso a violar el consentimiento informado de las madres que abortan a sus hijos para conseguir enteros los pedazos de feto interesantes para vender.
Censura televisiva, respuesta política
Aunque las principales cadenas de televisión (salvo la Fox) han ocultado la noticia a pesar de su indudable relevancia incluso política (Planned Parenthood apoya públicamente a Hillary Clinton en su campaña hacia la Casa Blanca), ésta se ha difundido como la pólvora dentro y fuera del país a través de internet.
Una imagen que ha dado la vuelta al mundo gracias a internet: la abortera Deborah Nucatola se prepara un suculento bocado de ensalada mientras explica que en Planned Parenthood son "muy buenos" consiguiendo hígados o pulmones intactos de bebés abortados.
Y está teniendo consecuencias. Más de media docena de estados han abierto una investigación sobre la actividad de Planned Parenthood en sus respectivos territorios, y numerosos dirigentes políticos (entre ellos los pre-candidatos republicanos) han pedidoque deje de recibir fondos federales. Este mismo miércoles se presentó en la Cámara de Representantes una proposición de ley para privarle de ellos por un periodo de un año hasta concluir la investigación.
El discurso de James Lankford
Además, se ha convertido en viral el discurso pronunciado el 16 de julio en el Senado porJames Lankford, desde 2014 senador por Oklahoma, cuando ya se conocía el primer vídeo pero aún no el segundo. (Ver abajo íntegra su intervención.) De 47 años, casado y con dos hijas, y miembro de la Cámara Representantes entre 2011 y 2014, Lankford es un devoto baptista opuesto tanto al aborto como a la consideración como matrimonio de la unión entre personas del mismo sexo.
Con una voz profunda y contundente que se quebró por la emoción al proclamar que lo que se despieza porque sus piezas "tienen valor" es un niño que también "tiene valor" (minuto 5:01, ver abajo el vídeo), Lankford argumentó con aplastante lógica sobre la humanidad del feto, señalando las contradicciones de los abortistas.
Menos derechos que las orcas o los caballos
El senador comienza advirtiendo de que va a hablar de un tema "del que muchos americanos encuentran difícil hablar y oír", y que nos afecta a todos "de forma extremadamente personal".
Luego recuerda una concentración de partidarios de los derechos de los animales ante una empresa que experimenta con ellos: "No es ciencia, es violencia", alegaban. Y uno de ellos proclamó: "La vida animal tiene derechos y acabamos de empezar a luchar por ellos". "Protestaban para proteger la vida de animales que se estaban utilizando para investigación", añade.
"No son ratones de laboratorio, son niños"
"Comprendan entonces mi frustración", le dice a los senadores presentes, "en el contexto de los hechos que se han conocido esta semana", cuando se ha sabido que "una organización llamada Planned Parenthood está utilizando niños abortados y enviando partes de estos niños abortados a centros de investigación, en algunos casos vendiéndolos. No son ratas o ratones de laboratorio, son niños, niños que han pasado por el terrorífico proceso de un aborto".
Luego el senador recuerda que esa misma mañana se ha hablado allí sobre los derechos de las orcas y el despiece de los caballos: "Pero durante esa conversación, estaban siendo abortados niños, mediante un instrumento introducido en su madre para romperlo en pedazos, pero teniendo cuidado para proteger ciertos órganos para que esos órganos sean aptos para la venta".
El senador Lankford y su familia, durante un momento de oración en un acto electoral.
La primera gran contradicción abortista...
Y continúa: "El argumento que hemos escuchado para este asesinato es que ese niño no es un niño, sino que es un feto, que es tejido. Que no es un ser humano de lo que estamos hablando. Sólo es tejido, y corresponde a la madre decidir qué se hace con ese tejido. Y momentos después, se coge ese tejido y se vende porque son órganos humanos que sirven para investigación. ¡No puedes decir en un determinado momento que no es un ser humano, y al momento siguiente venderlo porque los órganos humanos que hay en él sí lo son! ¡Es un ser humano en todo momento! No ha habido ningún momento en el que no fuese un niño, no ha habido ningún momento en el que no fuese humano. Y no se puede pedir que acabemos con cierto trato a los animales, como el despiece de caballos, y pasar por alto completamente que niños están siendo despiezados en el vientre de su madre, y sus piezas vendidas".
...y la segunda
Lankford describe a continuación el proceso: "Esto es lo que sucede. La madre entra en la clínica, da su consentimiento a sufrir un aborto, les hace esa petición. Una vez hecha esa petición, a algunas madres (no sabemos exactamente cómo eligen a esas madres) les piden consentimiento para que su hijo que va a ser abortado sea utilizado para investigación".
A continuación, argumenta contra el hecho de que se justifique el asesinato de un niño con el supuesto beneficio para otros niños: "Del vídeo que hemos visto esta semana se deduce que se tranquiliza a algunas madres quitándole importancia al aborto porque al menos podrá extraerse algún bien de él, asumiendo que las partes que se destinen a investigación podrán ser útiles para otro niño en el futuro, olvidando que es ese niño el que tiene unos derechos ahí que podrían ayudarse protegiendo su vida".
Se le quiebra la voz
El senador recuerda a continuación uno de los momentos más duros del primer vídeo, en el que Nucatola, mientras prepara cuidadosamente el bocado de ensalada que se lleva a la boca, habla con toda naturalidad del valor que tienen los órganos íntegros del niño abortado: "En el vídeo vemos a la doctora explicar que, una vez obtenido el consentimiento de la madre, en el procedimiento se aplasta la cabeza del niño en el seno materno para que puedan servir el resto de órganos. Porque el riñón tiene valor, porque el hígado tiene valor, porque los pulmones tienen valor, porque los músculos de la pierna tienen valor. Les voy a decir algo [el senador se emociona, minuto 5:01] ¡ese niño tiene valor!".
"¡Quiero un Lamborghini!": la "simpática" broma de la abortera Mary Gatter, dirigente de Planned Parenthood, al negociar el precio de los órganos de niños abortados que va a vender.
Seguidamente, el senador hace referencia a las 20 semanas de embarazo, porque diversos estados, y el mismo Congreso ahora que tiene mayoría republicana en las dos cámaras, están intentando prohibir el aborto más allá de esa edad gestacional, en base a la certeza médica de que produce dolor al feto (prácticamente el único asidero legal que queda): "Todos los adultos que me escuchan en este momento tuvieron una vez 20 semanas en el seno materno. Y podemos mirarnos a los ojos y decir que la única diferencia entre aquel niño de 20 semanas y cualquiera de nosotros ahora es el tiempo. Es de un ser humano de lo que estamos hablando. Y no me resulta nada agradable decir que estamos despiezando niños para utilizar sus órganos para investigación para que sirvan, en algún momento futuro, a otro niño".
Lankford plantea otra cuestión, y es que se desconoce el procedimiento con el que Planned Parenthood selecciona a las madres cuyos hijos abortados venderá a cachos: "Tal vez buscan madres saludables, niños particularmente maduros y saludables. O tal vez alguna madre que no tenga recursos pueda acordar pagar el aborto vendiendo sus órganos. No lo sabemos, pero creo que la cuestión debe plantearse".
"Y hay que preguntarse", añade, "por qué este Congreso dedicará su tiempo hoy a hablar del despiece de caballos y de las orcas y por qué somos tan insensibles hacia los niños como para no plantear ese debate".
Cuestionada la base misma de la nación
Lankford apela a los principios constitutivos de Estados Unidos como nación: "Si es un niño, y si en nuestra declaración de derechos decimos que cada persona creemos que fue dotada por el Creador de la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad, entonces tal vez tengamos que preguntarnos como nación si realmente creemos en eso. Así que haré algunas preguntas básicas. ¿Puede un niño de 20 semanas, que científicamente sabemos que sufre dolor, ser despiezado en un aborto?".
Y concluye con una reflexión sobre la principal organización abortera del país, ahora bajo la lupa: "¿Es una buena idea financiar con un millón de dólares a Planned Parenthood? ¡Hay tantas organizaciones que ayudan a la gente a lo largo del país, que consiguen sus recursos por su cuenta sin recibir fondos federales! Así que, cuando nos preocupemos en los presupuestos por los niños, y tengamos compasión por los niños, tengámosla por los niños en todas las edades, no sólo en ciertas edades".
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