domingo, 5 de julio de 2015

EL ALBA SE ASOMA A MI ORACIÓN; POR JOSÉ ANTONIO SIGLER

EL ALBA SE ASOMA A MI ORACIÓN. «Te basta mi gracia (la fuerza se realiza en la debilidad).» (2ª Lectura). Esta afirmación, que el Señor le revela a San Pablo, tiene poco comentario pero encierra un poder, un dinamismo y una esperanza impresionante. Por un lado, un cuanto nos sentimos débiles e impotentes ante los imponderables del mundo o ante lo inevitable de la vida, Dios te anima a asumir la flaqueza y la vulnerabilidad porque sabes que Él está detrás de todo y que, en Él, podrás encontrar el apoyo, mucho más que necesario, para superar "el escollo". Por otro lado, sí es verdad que tenemos que hacer actos de bondad, misericordia, piedad, etc, para "ganar el cielo", ¡y no hay que dejar de hacerlo!, pero nos basta la gracia de Dios que completa, perfecciona y ejecuta la salvación. Nosotros, con estos actos, ya vamos "degustando" la "alegría" del cielo. Pues que sigamos viendo como Dios "se cuela" en nuestras vidas para "agraciarlas". Santa María, Madre de la Gracia, ruega por nosotros. Una posdata: El salmo nos enseña que no está mal mirar, de vez en cuando, al cielo y levantar un poco la cabeza: "A ti levanto mis ojos".

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