sábado, 4 de julio de 2015

EL ALBA SE ASOMA A MI ORACIÓN; POR JOSÉ ANTONIO SIGLER

EL ALBA SE ASOMA A MI ORACIÓN. «El vino nuevo se echa en odres nuevos.» (Evangelio del día). Hoy, el Evangelio nos presenta la respuesta que Jesús le contesta a los discípulos de Juan sobre el ayuno (como botón de muestra de las prácticas de una Ley). Las respuestas de Jesús quiere demostrar la obsolescencia de la visión de la Ley, no el espíritu de la Ley. No se trata de que porque hago esto o lo otro "cumplo" la Ley y ya me considero en orden con Dios, sino que el amor a Dios me hace seguir las pautas de la Ley. Para los fariseos las practicas de la Ley (el ayuno) se convierten en el fin mismo de la Ley, ya no importa la Ley, sino que esta se cumpla (que se haga el ayuno). Jesús viene a permutar el orden de las cosas: las prácticas de la Ley (el ayuno, por ejemplo) no es el fin en sí mismo, sino el medio que se utiliza para hacer realidad lo que me pide la Ley. La nueva evangelización, la "nueva" visión no se hace con "estructuras" viejas (cumpliendo) (lo viejo arrastrará a lo nuevo), se hace con "estructuras" nuevas (amando). Los "ritos" no pueden constituirse como el fin de lo que persigue la Ley, sino el medio de lo que persigue la Ley. Ya no se trata de "hablar de amor", sino de amar, no se trata de "hablar de perdón", sino perdonar, no se trata de "hablar de misericordia", sino tener compasión. Y, así, suma y sigue. Pues que Dios nos despierte los sentidos para entender bien lo que Él nos pide. Santa María, Guía de la evangelización, ruega por nosotros.

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