lunes, 20 de julio de 2015

EL ALBA SE ASOMA A MI ORACIÓN; POR JOSÉ ANTONIO SIGLER

EL ALBA SE ASOMA A MI ORACIÓN: «Dios es quien nos confirma en Cristo a nosotros junto con vosotros». (Lectura del Oficio). Esta Lectura está muy en consonancia con la 2ª Lectura de ayer, «Ahora estáis en Cristo Jesús. Él es nuestra paz». En mayor o menor grado, todos deberíamos tomar conciencia y reconocer que estamos en Cristo. Para eso ha venido Jesús al mundo, para salvarlo. Y, el mundo, me engloba a mi. En la lectura de hoy, San Pablo nos viene a decir que «Dios nos confirma en Cristo».  Con todo esto, ya no debo tener dudas de la "inhabitación" de Cristo en mi. Ahora nos falta que de verdad creamos esto que decimos porque, a veces, nuestras actitudes y nuestra conducta no son propias "del que es de Cristo". Con esto me planteo un duda importante: En estas situaciones, ¿Cristo sigue estando conmigo? Cuando hay discordia y todos sus sinónimos, cuando tengo orgullo, ira, vanidad, codicia,...  ¿sigue Cristo? Yo creo que Cristo sigue en mí, pero como un testigo mudo e impotente frente a mi libertad (e inconsciencia). Y, no sólo en mi, sino crucificándose (o crucificádolo) por mí. Todo esto me sirve para vencer las tentaciones y la caída en el pecado (¡que no es poco!). A nadie le gusta tener un testigo cuando estás haciendo algo incorrecto. Pero tampoco hay que agobiarse. Dios, en la 1ª lectura de hoy promete a los Hebreos: «No tengáis miedo; estad firmes y veréis la victoria que el Señor os va a conceder hoy. El Señor peleará por vosotros; vosotros esperad en silencio". Pues sigamos confiando en Cristo, reconozcamos como habita en mi y mirémosle en todo momento. Él nos ayudará a vencer las tentaciones. Santa María de Caná, ruega por nosotros.

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