La última jornada de nuestro Congreso comenzó con una interesante ponencia del P.Jerome Paluku del secretariado general para las misiones.
El P.Jerome hizo una exhaustiva presentación de los fundamentos del espíritu misionero de la Orden, ligados todos el carisma teresiano. Santa Teresa vivió como propia la cuestión de la evangelización y quiso que sus hijos la retuvieran esencial, vital. Ella misma apoyó las primeras expediciones a África y su espíritu misionero fue custodiado particularmente por la Congregación italiana de la Orden, bajo cuyos auspicios se llevaron a cabo empresas memorables de evangelización.
Seguidamente, abordó la problemática de la misión hoy, centrándose en las cuestiones que tocan al Carmelo contemporáneo. Remarcó la necesidad de estar atentos a las raíces de esta actividad por él señaladas, subrayando que ser misioneros Carmelitas no es sólo preocuparse por la expansión de la Orden, sino colaborar en la tarea evangelizadora de la Iglesia según el mandato de Jesús.
En el debate suscitado, se hicieron algunas sugerencias acerca del funcionamiento de la secretaría general para las misiones, con el fin de proponer pautas de trabajo que faciliten la animación y coordinación de la actividad misionera en toda la Orden.
De brillante colofón puede calificarse la última conferencia de este Congreso, a cargo del P. Thomas Otonga, carmelita keniata, con el título: “Teresa de Jesús y África. ¿Diálogo o monólogo?”.
Otonga subrayó las claves culturales que facilitan una asimilación del mensaje teresiano en el continente africano y destacó las posibilidades del mismo para ayudar a la obra de evangelización. No obstante, afirmó, dichas características (profundo espíritu religioso y apertura a la mística, valor de la palabra, importancia de la comunidad y la familia, etc…), pueden hacer caer a la cultura africana en una cierta autocomplacencia.
Así, reclamaba Otonga, África ha de ponerse a la escucha de Santa Teresa y reconocerla como Maestra, desde sus parámetros culturales, sí, pero aceptando los contenidos de su doctrina, que llaman a una exigencia de vida, a la seriedad en el compromiso cristiano, a dar fruto, en definitiva.
La tarde se ha dedicado al trabajo por grupos para la elaboración de un mensaje y unas propuestas que serán presentadas al P. General y su definitorio.
Se pone así punto y final a unas hermosas jornadas de las que estas crónicas han sido un pálido reflejo.
Esperamos una pronta publicación de las actas del Congreso, que nos permitirán hacernos una idea más adecuada del trabajo desarrollado.
Un agradecimiento sincero a los PP. Steven Payne, Marie Joseph Dol y George Tambala, organizadores, así como a las Provincias europeas y norteamericanas del Carmelo Descalzo, a las Carmelitas Descalzas de la Provincia de Navarra en España y a la Fundación V Centenario de la OCD, que han financiado el Congreso.
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