EL ALBA SE ASOMA A MI ORACIÓN.

EL ALBA SE ASOMA A MI ORACIÓN: "...el que persevere hasta el final se salvará." (Evangelio del día). Estamos en plena Navidad, enfrascado en nuestra cotidianidad –o en nuestra simplicidad– o en nuestras vacaciones, viviendo estas Fiestas del Señor con mayor o menor conciencia, pero no por ello podemos "bajar la guardia". Este párrafo nos anima a seguir "despierto" porque nos jugamos mucho y, aunque quieras, no tiene muchas más "interpretaciones", porque lo que es, es. Pero nos ayuda a meditar sobre un tema que nos vienen "arrastrado" la sociedad: ¡Hoy en día no es fácil perseverar!, porque lo que se lleva es lo "facilón", lo "inmediato", lo "rentable", lo que "da placer" y el "sálvese el que pueda" (aunque es otro tipo de salvación). Y esto no encaja con perseverar, ni siquiera con sus sinónimos. En la homilía de Navidad, el Papa Francisco ha lanzado una pregunta a los cristianos (y a los que no lo son): ¿Permito a Dios que me quiera? La respuesta que demos es muy importante porque nos servirá para "seguir" o para "corregir" nuestro caminar en este tema, porque, a veces, estamos tan "ocupados" en amar a Dios que olvidamos que Él también nos ama –el primero– y aquí andamos con depresiones, insomnios, neuras, pietismo... El Salmo de hoy tampoco se queda atrás: "...tú que eres mi roca y mi baluarte... sálvame por tu misericordia." Santa María de Caná, ruega por nosotros.