domingo, 31 de agosto de 2014

IGLESIA EN FILIPINAS SE ORGANIZA PARA AYUDAR A CRISTIANOS IRAQUÍES.








Refugiados en Santuario Mrtshmony en Ankawa, Erbil en Irak. Foto: Ayuda a la Iglesia Necesitada


ROMA, 31 Ago. 14 / 01:04 pm (ACI/EWTN Noticias).- El Presidente de la Conferencia Episcopal de Filipinas (CEF), Mons. Sócrates Villegas, anunció que la Iglesia en el país brindará apoyo a los refugiados iraquíes –cristianos y de otras minorías-, que huyen del Estado Islámico (ISIS); asimismo, indicó que buscarán diálogos con la comunidad musulmana local para que se una y se desaliente cualquier apoyo al grupo extremista.
En declaraciones difundidas por la agencia Fides, el Prelado señaló que lo que ocurre en Irak, como los abusos, decapitaciones y violencia de todo tipo, “muestran la completa perversión de la religión”. “Masacrar, matar y destruir en nombre de Dios es un terrible mensaje enviado al mundo. Con ellos se dice que la religión es un instrumento de muerte y que la fe puede generar tanta maldad”, denunció.
En ese sentido, indicó que la Iglesia en Filipinas se preocupa de ayudar con campañas de donaciones y solidaridad a los cristianos y otras personas desplazadas por la violencia de los militantes islámicos en Irak.
Además, indicó, se quiere desalentar a la población filipina de religión musulmana –unos seis millones en todo el archipiélago- para que no acepte las teorías del Califato y no nutra tentaciones de unirse a la violencia.
Mons. Villegas explicó que en Filipinas hay también grupos extremistas islámicos como “Abu Sayyaf”, que han expresado su apoyo al ISIS, mientras que otros grupos islámicos oficiales como el MILF (Moro Islamic Liberation Front), que ha firmado recientemente un acuerdo con el Gobierno filipino, han renegado de estas tesis y acciones.
Fides indicó que según algunos informes, los guerrilleros filipinos parecen haber llegado a Irak y Siria para luchar junto a los terroristas. Las autoridades de Filipinas están considerando la posibilidad de establecer una base de datos especial para vigilar el movimiento de los filipinos en Oriente Medio.



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