lunes, 25 de agosto de 2014

PARA MEDITAR.


Sería desastroso no entender bien en qué consiste la verdadera libertad La libertad es la facultad que Dios nos ha dado de elección y determinación, para que, entregados al bien,  en él nos perfeccionemos, forjando en él nuestra felicidad. 
Por eso la obediencia a Dios es el ejercicio de la verdadera libertad, pues nuestra libertad no es otra cosa que una participación de la misma libertad de Dios. 
La verdadera razón de ser de nuestra libertad, es la conquista del bien. Por eso nuestra libertad no puede correr por cauces de locos caprichos o pasiones egoístas y humillantes. 
Una cosa es la libertad y otra el abuso de la libertad, que engendra el libertinaje; si la libertad es algo muy bueno, el libertinaje es muy malo y pernicioso; no confundamos las cosas: La medicina con el veneno. 

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