LIMA, 31 Ago. 14 / 12:01 am (ACI).- La advocación de la Virgen de las Lágrimas surge en Siracusa (Italia), donde una imagen del Corazón Inmaculado de María derramó lágrimas de “dolor” y “esperanza” por el mundo, como resaltó San Juan Pablo II.
El hecho se produjo en 1953, en la casa del humilde matrimonio de Angelo Lannuso y su esposa Antonia, quienes tenían la figura mariana, de yeso con relieve, que colgaba encima del lecho matrimonial y que derramó lágrimas por cuatro días.
Una junta de médicos comprobó que las lágrimas eran humanas y los Obispos de Sicilia declararon la autenticidad de los hechos. Lo que fue reconocido por el Papa Pío XII en ese mismo año.
San Juan Pablo II, durante su visita al Santuario de la Virgen de las Lágrimas en 1994, dijo que las lágrimas de la Virgen “testimonian la presencia de la Madre Iglesia en el mundo”.
“Son lágrimas de dolor por cuantos rechazan el amor de Dios, por las familias separadas o que tienen dificultades, por la juventud amenazada por la civilización de consumo y a menudo desorientada, por la violencia que provoca aún tanto derramamiento de sangre, y por las incomprensiones y los odios que abren abismos profundos entre los hombres y los pueblos”, añadió.
Finalmente, se dirigió a la Virgen de las Lágrimas diciendo:
“Virgen de las Lágrimas, mira con bondad materna el dolor del mundo. Enjuga las lágrimas de los que sufren, de los abandonados, de los desesperados y de las víctimas de toda violencia”.
“Alcánzanos a todos lágrimas de arrepentimiento y vida nueva, que abran los corazones al don regenerador del amor de Dios. Alcánzanos a todos lágrimas de alegría, después de haber visto la profunda ternura de tu corazón”.
Lea el mensaje completo de San Juan Pablo II sobre la Virgen de las Lágrimas en: https://www.aciprensa.com/Maria/italia/lagrimas-cat.htm
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