domingo, 24 de agosto de 2014

EL ALBA SE ASOMA A MI ORACIÓN; POR JOSÉ ANTONIO SIGLER.

EL ALBA SE ASOMA A MI ORACIÓN: "¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre? ../.. Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?". (Evangelio del día). Dos preguntas que le hace Jesus a sus discípulos; dos preguntas que nos hace a nosotros. Primero pregunta por el Hijo del hombre, el Mesías, ¿quién dicen que es? Segundo preguntan por él, ¿quien decís que soy? Y la respuesta que demos nos servirá como marcador, como indicador, de la experiencia personal que tengamos del Señor, de la importancia que tenga en mi vida, de la relación (orante) que tenga con Él y desde Él. No valdría cualquier respuesta, –"a los tibios los vomito"–. O lo arriesgamos todo y nos "cristianizamos" (nos hacemos nuevos Cristos) o seremos unos "beatíficos" hombres mediocres y "pietistas". O nos hacemos "actores" de la evangelización y colaboradores de Jesús  o seremos simples espectadores (sin misión). O nos implicamos, casi hasta ser "mártires" o seremos simples "consumidores de productos espirituales". ¡Qué buscamos! ¿a Cristo, mi beneficio egoísta (comodidad) o el partido que le pueda sacar? Para mí, Jesús es mi Salvador, mi guía, mi amigo, persona de quién me fío y me ayuda a vivir con la dignidad propia de los hijos de Dios. Y para ti, ¿quién es Jesus? Santa María de Caná, ruega por nosotros.

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