domingo, 24 de marzo de 2013

¡¡DOMINGO DE RAMOS!!

¡Domingo de Ramos! 

Día de ilusión, de niñez, de recuerdos imborrables por más que pasen los años. Día en el cual se estrena la Semana Santa, que  no sé por qué, en Andalucía se vive de otra manera. 

Casi todo se cierne en torno a las Hermandades y Cofradías que van a realizar sus Estaciones de Penitencias. Día de ilusión temprana porque, si algo caracteriza a este Domingo, es la niñez la que marca los tiempos.

Borriquita, la Burra, Jesús entrando en Jerusalén en torno a cientos de fieles y niños que llevan las palmas y lo aclaman como lo que es: ¡El Mesías, el Salvador! Los niños, esas almas puras que Jesús les decía a los apóstoles que los dejaran acercarse a Él porque son la inocencia, la transparencia, la ingenuidad personificada. Almas puras con el Más Puro de Todos. Niños en torno a Jesús acompañándolo a esa Entrada en Jerusalén donde no iba a ser fácil lo que tenía que padecer por salvarnos a todos: A niños y mayores de nuestras culpas, de nuestros pecados, de nuestros pesares.

Jesús se inmola por nosotros, cumpliendo la Voluntad del Padre, y lo hace hoy en medio de una muchedumbre que lo aclama como Rey y Señor y que a la hora de la verdad pocos se quedan con Él porque el Reinado y Señorío que proclamaba y por el cual daba Su Vida no se correspondía con las cortas entendederas de los miles que entonces lo vitoreaban.

Hoy el Maestro es el más humilde y su trono es uno burro y su cetro una palma. Humildad, pobreza, caridad es lo que nos manifiesta Jesús siempre. Esa misma humildad, pobreza y caridad que proclama, a los cuatro vientos, nuestro Papa Francisco. 

Domingo de Ramos. Día de ilusión, de recuerdos de nuestra niñez, día de estrenos.

En San Fernando, no sé si en otros sitios sería así, se tenía por costumbre estrenar algo el Domingo de Ramos. Casi todos coincidíamos en los mismo: ¡Calcetines! Siempre nuestras queridas madres nos tenían preparados y guardados, como si de un tesoro se tratara, un par de calcetines. La ilusión, de nuestras madres haciendo este bonito presente a Jesús de que sus hijos llevaran algo nuevo en el comienzo de la Semana Santa, de los niños y mayores ante unos días donde la fe se vive y exterioriza de otra manera.

A lo mejor con el paso de los años hemos perdido esa "costumbre" de estrenar algo aunque lo que estamos obligados a estrenar es una Pasión por Cristo ante los días centrales de su Pasión, Muerte y Resurrección. Tenemos, estamos obligados, que estrenar más amor por quien lo dio Todo por nosotros. Si este Domingo de Ramos estrenamos, y lo divulgamos por todo sitio y  lugar, nuestro Amor y Fidelidad ante el Hijo de Dios que hoy entra, como todos los años, montado en una burra en nuestra particular Jerusalén entonces, no nos habremos olvidados de los sabios consejos y el cariño de nuestras madres que ofrecían a Dios como particular dádiva un par de calcetines regalados a sus hijos desde el inmenso amor de una madre.

A pesar del tiempo, de la lluvia, de todo, os deseo que paséis un Feliz Domingo de Ramos.

Jesús Rodríguez Arias

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