Cuando recibas la aprobación de los demás, agradece el halago y disfruta la satisfacción del momento. Pero no permitas que ese bienestar se apodere de ti hasta hacer que busques, siempre y para todo la aprobación de los demás. De lo contrario, solo dirás lo que otros quieren que seas, solo harás lo que otros quieren que hagas. Vuelve a tomar las riendas, recupera el control, restaura la seguridad en ti mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario