Cádiz Online
Carlos Perdigones, presidente de la Asociación jacobea de Jerez "Sherish" se asoma a Cádiz Online para hablarnos del nacimiento de este nuevo colectivo cuya principal finalidad es fomentar la realización del Camino de Santiago.
- Una Asociación Jacobea en Jerez de la Frontera, cuánto menos, a priori, resulta curioso, ¿no le parece?
Habrá a quien se lo parezca, pero a buen seguro que muchos jerezanos y no jerezanos, estarán contentos con esta iniciativa, tanto si han hecho el Camino de Santiago, como si no.
Ya en la presentación del libro a beneficio de la Asociación Parkinson-Jerez “Peregrino Parkinson” del miembro fundador de esta asociación Gabriel Álvarez Leiva, aprovechamos la ocasión para informar de nuestras intenciones y fueron bastantes las personas que se acercaron interesadas.
Lo curioso quizás para el jerezano y otras tantas personas es saber que, uno de los caminos que pudo transitar el Santo Apóstol, pasó y por ello hoy pasa, por nuestras tierras jerezanas, aquella y principal arteria de la Hispania romana que se llamaba “Vía Augusta”.
- ¿Cómo surge esta iniciativa?
Es algo que venía ya rondando mi cabeza desde hacía algunos años, pero no encontraba el momento por diversas circunstancias personales y familiares. Pero, mira por dónde que, un buen día me entero por las redes sociales que mi buen amigo Gaby (Gabriel Álvarez) haría por primera vez parte del Camino de Santiago junto a su mujer, Carmen Martín, en pro de dar visibilidad a la enfermedad que ella - presidenta de la Asociación Parkinson Jerez - y muchas personas de nuestro entorno padecen, como es el Parkinson. Fue entonces cuando en una agradable velada con unas cervezas por medio para entregarles las conchas que les había prometido y que me enviaron desde el albergue del Monasterio de las Madres Benedictinas de las Carbajalas de León, cuando les planteo la posibilidad que me venía rondando la cabeza. Y ahí comenzó todo.
A continuación vendría mi buen amigo y hermano, Antonio Pedro, de quien supe que con sus asociaciones ANPEHI, llevaba a personas con diversidad funcional a hacer el Camino de Santiago. Le faltó tiempo para decir que sí y subirse al carro. Luego vendría mi también buen amigo y hermano Esaú que ya había hecho el Camino por la Vía de la Plata en bicicleta quien se apuntara a esta maravillosa locura.
Y para finalizar, como no, mis dos hijas Candelaria y Mª del Carmen que ya hicieran, en el caso de la primera un buen tramo del Camino con sus 11 años recién cumplidos y la segunda que lo hizo completo con sus 12 años, los 13 los celebró en León en el Albergue de Las Carbajalas, junto a los peregrinos, madres y hermanas del Monasterio.
Y por último mi yerno Juan Carlos, él aún no ha tenido la posibilidad de hacerlo, pero sus ganas no le faltan, solo necesita unir los días necesarios para echarse al Camino.
Así, gracias al empuje de todos, lo que parecía un sueño, hoy es ya, casi una absoluta y viva realidad.
- ¿Cuáles son los objetivos que se pretenden alcanzar?
Nuestro principal objetivo es llegar a todas las personas, sin exclusión de ningún tipo, tanto sean residentes como no de nuestra comarca, porque eso sí, nuestra asociación pretende llegar a todos los confines e intentar estar allá donde se hable del Camino de Santiago.
Teniendo en cuenta, claro está, que gran parte de nuestro esfuerzo irá dirigido a nuestra comarca, es decir, tanto al Jerez urbano como al Jerez rural.
Los objetivos son muchos, tanto como nuestros sueños, ahí van algunos de ellos:
El impulso de la peregrinación jacobea y la asistencia a los peregrinos/as, desempeñando tareas de acogimiento, hospitalidad, información y apoyo para el buen desarrollo de su recorrido en el Camino.
Darnos a conocer por todos los medios y hacer llegar esta iniciativa a cuantas más personas mejor. Por ello he de darte las gracias en nombre de todos los miembros fundadores por esta oportunidad de colaboración que vuestro medio nos ofrece para hacer efectivo este objetivo.
Luego hay muchos más.
La señalización del Camino en su paso por nuestra comarca hasta El Cuervo, poder abrir, quizás, el primer albergue destinado en exclusiva para los peregrinos.
Cuidar y mantener nuestro tramo del Camino, así como llenarlo de señales visibles.
Hacer el Camino visible y posible para todos. Cualquiera puede hacerlo con o sin ayuda, pero nadie debe de quedarse sin hacerlo si así quiere.
Promocionar e informar sobre este tramo tan especial histórica y culturalmente.
Investigar cuánto nos sea posible sobre el Camino y más aún a lo que atañe al paso por nuestra tierra.
Todo ello mediante diversas actividades, lúdicas, deportivas, expositivas, documentales… Es decir intentar por todos los medios que el Camino de Santiago cale en todos aquellos que así quieran que sea.
- ¿Quién puede pertenecer a la Asociación?
Toda persona que así lo desee. Ya decía antes que no hay persona o grupo de exclusión ninguno. Solo pedimos sano interés en todo lo relacionado con el Camino y muchas ganas de colaborar en cualquier iniciativa que se proponga por el bien de la Asociación, sus fines y objetivos, bien vengan desde la propia Asociación o de fuera de ella porque, estamos abiertos a colaborar con cualquier organismo, entidad, empresa, asociación… que así nos demandara nuestra colaboración en todo lo relativo al Camino de Santiago.
- Usted como peregrino y conocedor del Camino de Santiago, ¿en cuántas ocasiones lo ha recorrido?
Menos de las que hubiera querido desde aquél 1999 en que conocí el Camino de Santiago, pero las circunstancias familiares me lo impedían por aquel entonces. En 1999 contando con los días vacacionales que tenía hice el tramo Astorga-Santiago de Compostela, junto a mi hija Candelaria cuando contaba con 11 años.
Habrían de pasar 10 años hasta que pensé en marcharme solo a hacerlo completo desde Saint Jean Pied de Port en Francia.Pero entonces mi hija Mª del Carmen al verme preparando la ruta, pidió acompañarme y, claro está, no podía decirle que no, porque me hacía ilusión como en el primero, compartirlo con ella. Todo ello va con el fin de lo que se busque en el camino de cada uno. Pues… “El Camino de Santiago te da y te quita”. Dejo esta frase a la interpretación de vuestros lectores.
También lo he recorrido en un par de ocasiones con mi esposa en vehículo, por su enfermedad, eso sí, procurando en todo momento ir por las mismas sendas peregrinas que fuera posible acceder con el vehículo y haciéndole vivir el espíritu peregrino hasta el punto de dormir en albergues peregrinos y convivir con ellos.
- ¿Cómo nace en usted el deseo de convertirse en peregrino?
Pues siempre lo diré. Ni yo mismo lo sé. Ese año 1999 había todo tipo de información televisiva alusiva al Camino de Santiago y entonces un buen día… sentí algo extraño, esa llamada que me decía que tenía que irme al Camino.
Fue ahí cuando a mi hija Candelaria le entró las mismas ganas, los mismos deseos, ese rebujillo de sensaciones, que no sabes el por qué, pero que has de hacerle caso y ponerte a caminar. Tales fueron las sensaciones que hubimos de buscar respuestas a ello. Un sacerdote conocido fue nuestro confesor en este tema, pero tras largas conversaciones, no terminaba de encontrar la respuesta que el cuerpo y el alma nos pedía.
Fue entonces cuando acudimos a otro sacerdote amigo. Su respuesta fue corta pero inmensamente llena de verdad “El Camino de Santiago es saber que en cualquier recodo del Camino te encontrarás con Jesús”. Hoy damos fe de ello. Fue suficiente y tras recoger la correspondiente carta en la que se indicaba el motivo de nuestra peregrinación, marchamos a casa felices y entusiasmados con esta aventura, completamente desconocida, en la que nos íbamos a embarcar.
- ¿Qué supone específicamente realizar el Camino?
Esta pregunta tiene tantas respuestas como peregrinos ha tenido y tiene el Camino. Concretar es arduo difícil, pues cada uno va por motivos diversos.
Una buena amiga peregrina que conocimos en el Camino de 2009 me dijo en Los Arcos al ver el libro de ruta que llevaba: “No pretendas hacer tu Camino, deja que el camino te lleve”, El librillo aquél, vino completamente emborronado. Y a fe que es cierto, pues como se suele decir del Camino del Rocío, “Son las cosas del Camino”. Andar, ir abierto de par en par, en todos los sentidos que Dios nos ha dado. Dispuesto a dar y a recibir sin esperar nada a cambio. A ganar mucho y quizás perder mucho también. Dejar en el Camino lo superfluo en lo material, pero especialmente en lo interior. Recibir lecciones de humildad, de compañerismo, de solidaridad, de fraternidad, de amistad, de amor, de fuerza, de flaqueza,…
En definitiva, “es atreverse a dar el primer paso, los demás vendrán por descontados” y esto es una enseñanza, que como se dice del Camino de Santiago, también sirve para la vida, para saber vivirla y aprovecharla, porque… El Camino de Santiago es también “El Camino de la Vida”, con sus cuestas arriba y sus cuestas abajo, con sus verdes y sus secanos, con sus piedras y sus senderos llanos. Es una pura lección interior que siempre termina dejando huella, vayas como vayas y con el motivo que vayas.
- Pensar, reflexionar, construir, ....... hay tiempo para todo durante el Camino, ¿cierto?
Cierto, pero yo diría que mucho más. Hay quienes entendemos el Camino más allá de caminar por una senda con un destino. El Camino de Santiago, el verdadero, es nuestro Camino Interior el cual se vive desde dentro hacia afuera. Es permitirte mirar hacia adentro, ver de dónde vienes, por dónde caminas y hacia dónde quieres dirigir tus pasos.
Ya hemos dicho que el Camino de Santiago es un símil de la vida, por ello, como en nuestra vida hay tiempo para todo. Pensar, reflexionar, construir-reconstruir, perdonar y perdonarse, sacrificar y sacrificarse, disfrutar, comprender, olvidar, valorar y cuantas cosas uno quiera en el Camino exterior pero principalmente en el interior, reconocer y reconocerse, poner en práctica y poner en valor. La amistad, la solidaridad, el compromiso, la voluntad y voluntariedad.
En mis dos caminos con mis hijas, siempre había momentos en los que separábamos nuestros pasos, precisamente para encontrarnos con nosotros mismos y aquellos que como nosotros sean creyentes, también con Jesús, Padre e Hijo y en ellos su Espíritu.
En el segundo sin embargo, a este interiorismo, pudimos unir el del conocimiento mutuo y con otros y hacer un camino más participativo, más coloquial, más de encontrarnos con otros y otras, además de otras experiencias de vida. El camino pienso, es una enseñanza, vayas como vayas, más tarde o temprano, él te mostrará lo que te ha dado y lo que has dejado en él.
Es como esa piedra, que como se suele decir, llevamos desde casa en el bolsillo y, que de vez en cuando vamos jugando con ella, rozándola… en ella es, como si descargáramos todo cuanto de negativo hemos traído al camino y que, cuando llegamos a la base de la Cruz del Ferro, lanzamos y allí dejamos todo aquello, comprometidos en que a partir de ahí comienza una nueva vida si esos miedos y/o ataduras que hemos traído de casa, haciendo que nos comprometamos a que, a partir de ese punto, nuestro camino y el de nuestra vida será un nuevo camino, diferente y más llevadero.
- ¿Encuentro con Dios? ¿con uno mismo?
Creo que en la anterior pregunta ha podido quedar algo clara la respuesta a esta pregunta. Pero sí te digo que son muchos los que han entrado al camino con una idea y han salido con otra. Llámale como quieras, pues a fin de cuentas, si te encuentras a ti mismo, si te entiendes y comprendes o sencillamente aceptas que la vida, que el camino de tu vida es así y, que puede cambiar más o menos, o no, en algún momento Dios aparecerá en ella, como su Hijo aparece en el Camino físico. El Camino de Santiago, como el campo, no tiene puertas para entrar o salir, por tanto entra todo el que quiere, solo hace falta, en mi opinión, aceptar lo que venga y como venga y si en ello podemos mejorar en algo nuestro camino, pues mejor que mejor. Lo dicho hay infinidad de personas que cuentan sobre esto. “Vine a caminar porque me encanta la naturaleza, el senderismo, pero cierto es, que algo te cambia en el camino, no sé cómo, pero es así”.
- ¿Dónde radica la dureza del Camino, en el aspecto físico o en el mental?
Se te ha olvidado el espiritual, al menos para algunos. Si a una receta le falta un ingrediente, la receta no está correcta y por tanto no se puede disfrutar de ella, Pues algo parecido sucede con el Camino de Santiago. Desde pequeño siempre nos estamos preparando para lo que nos ha de venir, por ende, en el camino, según con qué intenciones pretendas hacerlo, habrá que preparar tanto el aspecto físico, como el mental e incluso espiritual, pues algunos piensan que solo es caminar, y se entrenan duramente para lo que van a hacer: Caminar. Pero tal vez no se dan cuenta, que nadie sabe las cosas que el Camino te puede deparar.
Es muy bonito, dedicar tiempo a conocer su historia y la del Santo Apóstol. Indagar en las etapas. Conocer otras experiencias de peregrinos y leer tanto a nivel exterior como al interior sobre el Camino y quizás tanto o más importante, el después de aquél camino. Pero ciñéndonos concretamente a la pregunta, puedo decirte por propia experiencia, que tan duro son los aspectos físicos, como los mentales y espirituales. Podemos ir muy bien preparados en todos los sentidos, pero tarde o temprano, algún momento habrá en el que el camino nos ponga a prueba en cualquier sentido y con ello aprendemos que hay mucho más de lo que creíamos nuestros límites, vuelve el camino a ser un gran profesor de nuestra vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario