Mariana Hernández Téllez ayuda cuando se acerca la muerte, mediante la asociación Antes de Partir. Ha visto la muerte de cerca, en su familia, y pide que la gente no la oculte, que la mire de frente, con sinceridad. “La mayoría de la gente no es consciente de su muerte, lo que quiere decir que tampoco es consciente de su vida. Debemos formar conciencia en el sentido de que nuestra vida es finita, y asumiendo esta gran verdad, podremos vivir más y mejor”, afirma.
Es su experiencia y lo que ha visto en multitud de personas. Lamenta que se pierda el tiempo, que incluso se pierdan vidas enteras, que pasan sin aprovechar, sin sentido.
“Hemos tenido pacientes que jamás habían hallado el sentido de su vida, y es maravilloso ver cómo de pronto lo encuentran en el trecho final de su existencia, al entender que somos seres finitos, y que mientras haya vida siempre hay algo que hacer. Es así como muchos han logrado llevar una vida plena, aun teniendo una enfermedad que lleva la cuenta de sus días”, asegura en DesdeLaFe.mx, publicación de la arquidiócesis de México.
El sueño de su hermano que murió
En 2013 murió Gerardo, el hermano de Mariana, joven, víctima del cáncer.
Durante su enfermedad, Gerardo Hernández Téllez,
el hermano de Mariana, inspiró la asociación
"Era un hombre bueno y era, como expresión de esa bondad, generoso, afectivo, comprensivo, culto y muy, muy divertido. Muestra de esa alegría que no abandonaba en los momentos más difíciles, surgió la idea, que compartió con su familia, de crear una institución que llevara paz y tranquilidad a los enfermos de cáncer para recordarles que antes de partir quedan siempre, cualesquiera que sean las circunstancias, muchas cosas por hacer, por decir y muchas, muchas más por sentir", explica la asociación.
Mariana y su madre, Maria Eugenia, se volcaron en hacer real esta idea de Gerardo: una asociación de ayuda médica, psicológica y tanatológica (la ciencia de acompañar para morir bien), que apoye especialmente a las personas con menos acceso a cuidados paliativos y a este acompañamiento. En México los cuidados paliativos aún no están muy extendidos.
Voluntarios de Antes de Partir con pequeños pacientes;
intentan cumplir sus sueños, jugar con ellos
y llevar los regalos que les ilusionan
90 voluntarios expertos en paliativos
Así nació en 2014 la asociación Antes de Partir A.C, que hoy cuenta con 90 voluntarios expertos en cuidados paliativos. Actúan en hospitales, en los domicilios de los enfermos y sus familias y también en las instalaciones de la asociación, con profesionales de distintas disciplinas. Buscan añadir vida a la vida, es decir, mejorar la calidad de vida del enfermo, sea terminal o no.
Y el primer paso para ganar calidad de vida es vencer el desconcierto y la angustia, asumir la vida -la que haya- tal como venga, a la vez que se marcan objetivos, porque, dicen, "hay mucho que hacer antes de partir".
Primero hay que romper el tabú, y poder hablar de la muerte, para aprovechar la vida.
Los enfermos sufren por los parientes... y viceversa
Después, hay que tranquilizar a los enfermos respecto a sus parientes, porque sufren por ellos. Mariana explica que a muchos enfermos lo que más les preocupa es el dolor que van a dejar en sus familiares al morir, sin saber que la preocupación de los familiares generalmente va en el mismo sentido. A menudo la familia intenta evitar que el paciente se entere de que se acerca su muerte, para que él no sienta preocupación por el dolor que va a dejar en ellos. Es una preocupación que abordan los voluntarios especializados.
Uno de los primeros principios de la tanatología, explica Mariana Hernández, es reconciliar al paciente consigo mismo, para que después pueda reconciliarse con los demás, así como éstos con él; y la vida cobra entonces un distinto matiz.
Una entrevista detallada en televisión en 2015 en la que explica cómo muchos afrontan la muerte y enfermedad
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