Para la jerarquía eclesiástica, «la superación de la soledad en su sentido negativo y nocivo» se encuentra «en el matrimonio», que es «la primera forma de comunión entre personas de la que brota la familia», y en Cristo, «que viene a sacar al hombre de su soledad»
«Vivimos en una sociedad de “solitarios interconectados”». Así lo aseguran los obispos españoles en su mensaje para la fiesta de la Sagrada Familia. A ella habríamos llegado, entre otros motivos, por «la descristianización» y la «desfamiliarización que promueve el individualismo y estilos de vida caca vez más aislados y solitarios».
La buena noticia es que hay solución. Para la jerarquía eclesiástica, «la superación de la soledad en su sentido negativo y nocivo» se encuentra «en el matrimonio», que es «la primera forma de comunión entre personas de la que brota la familia», y en Cristo, «que viene a sacar al hombre de su soledad».
Contra la soledad también tienen un papel destacado las parroquias y cada comunidad cristiana, a las que los obispos les piden en su mensaje que, «acogiendo el don de la Encarnación», se conviertan «en fuente de esperanza contra la soledad del hombre».
En este sentido, cada parroquia, «como una verdadera familia de familias, esta llamada a construir una comunión de personas» y cada miembro de la comunidad parroquial «es invitado a salir al encuentro del que sufre, del enfermo, del necesitado, de los mayores y las personas viudas, en definitiva, de todas y cada una de las personas que sufren la soledad y el desamparo».
J. C. de A.
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