Las autoridades chinas que controlan los asuntos religiosos en la gran región de Henan –de 94 millones de habitantes– han enviado una circular a las iglesias en la que prohíben a las entidades católicas «organizar actividades de cualquier tipo, como escuelas, clases, campamentos… para los menores, sean estos para la educación o formación religiosa». En la misiva, los miembros de la Asociación Patriótica de Henan y la Comisión de Asuntos de la Iglesia también invitan a los fieles que asisten a Misa a «dejar a sus niños al cuidado de otra persona, evitando llevarlos consigo a la iglesia».
La directiva se ha presentado como una «aplicación de los nuevos reglamentos religiosos» y pretende ser impuesta tanto en comunidades oficiales como no oficiales. De hecho, los sacerdotes que no cumplan con las reglas estipuladas serán destituidos y sus templos clausurados.
Un sacerdote de Anyyang ha manifestado a la agencia AsiaNews que cada domingo, en la puerta de su iglesia, tiene a funcionarios de la Asociación Patriótica expulsando menores de edad con un cartel que explica la prohibición. Los católicos temen que la directiva termine siendo aplicada en todo el país. «De este modo –dice una joven a AsiaNews– cortan las piernas al crecimiento de la comunidad cristiana, porque quitan a los jóvenes la posibilidad de recibir una educación religiosa».
En las redes sociales chinas han aparecido varias críticas contra la circular. Algunos comentan, además, que el presidente de la Asociación Patriótica de Henan es un sacerdote, el padre Wang Yuezheng, y que el secretario de la Comisión para los Asuntos de la Iglesia de Henan es otro sacerdote, el padre Li Jianlin. Según AsiaNews, los internautas «se preguntan si los dos sacerdotes comparten tal prohibición o si solamente son víctimas impotentes del poder del partido».
Alfa y Omega
Fecha de Publicación: 19 de Abril de 2018
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