MADRID, 03 Ene. 17 / 11:08 am (ACI/Actuall).- Shaan Taseer es hijo de Salmaan Taseer, quien siendo gobernador de Punjab fue asesinado por su guardaespaldas porque este defendió públicamente a Asia Bibi frente a las leyes antiblasfemia que rigen en Pakistán.
Un vil asesinato que parecía cerrar la puerta a cualquier apoyo pública hacia Asia Bibi o contra esta ley. Pero Shaan no sólo no se ha callado, sino que ha felicitado la Navidad a Asia Bibi en un video en el que además critica la ley antiblasfemia pakistaní. Y no ha tardado en convertirse en el objetivo de los radicales.
Todo comenzó el día de Navidad. Shaan grabó un mensaje de video felicitando las fiestas a todos los cristianos en Pakistán, y muy en especial a Asia Bibi, y lo compartió en las redes sociales.
Aprovechó también para criticar el uso perverso que se hace de las leyes sobre la blasfemia (a las que calificó de inhumanas) para silenciar a las minorías religiosas y expresó su solidaridad con Asia Bibi y Nabeel Masih, otro chico cristiano encarcelado por los mismos motivos que Asia Bibi.
Pocas horas después, la organización islámica Sunni Tehreek inició una campaña de presión sobre la policía de Lahore para que aplicara contra Shaan el código penal pakistaní en materia de antiblasfemia, por, supuestamente, burlarse de estas leyes y herir los sentimientos religiosos de los musulmanes. Y lo que es aún más inquietante: emitió una fatua contra él por blasfemia y apostasía.
La fatua alega que Shaan, en el video, había pedido oraciones por Asia Bibi y Nabeel Masih, y por lo tanto, cometió apostasía y blasfemia, un crimen penado con la muerte bajo la ley islámica.
Su respuesta no se hizo esperar y a través de Facebook felicitó la Navidad a sus perseguidores para luego añadir: “Su condena sólo ha fortalecido mi determinación. Os aseguro que voy a permanecer en la #solidaridad con mis compatriotas que han sufrido la ley de la #blasfemia. Os invito (…) a un debate en vivo, si usted cree que esta ley está dictada por Dios. La Ley de blasfemia y este debate no serán silenciado con el cañón de un arma”.
El apoyo público a Asia Bibi vuelve a ser marcar la línea que separa la vida de la muerte en Pakistán y a evidenciar la incapacidad del Gobierno de zafarse de las presiones del islamismo radical, enormemente fuerte en las calles y las mezquitas.
La Corte Suprema de Justicia suspendió en octubre, y por tiempo indefinido, la audiencia de la apelación final de Asia Bibi en Islamabad contra su ejecución, después de que el juez se retirara del caso.
Los observadores habían advertido de posibles actos de violencia callejera si la condena era revocada. Las calles de Islamabad se blindaron con un gran número de policías y militares, mientras los agitadores islamistas llamaban a una batalla por el alma de Pakistán.
Ahora Shaan se enfrenta al martirio por felicitar la Navidad a Asia Bibi y denunciar el uso de las leyes antiblasfemia.
Podría morir igual que su padre, al que su propio guardaespaldas, Mumtaz Qadri, asesinó en 2011 por los mismos motivos que ahora abandera su hijo.
Mumtaz Qadri fue elevado a la categoría de héroe nacional por los radicales y su ejecución el pasado mes de febrero desencadenó una oleada de disturbios en todo el país con llamamientos a la venganza sobre Asia Bibi y presiones al Gobierno para su ejecución.
Publicado originalmente en Actuall.
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