Son estos artículos que cada domingo publico en exclusiva en INFORMACIÓN muy especiales pues con ellos despido la semana y a su vez entro en una nueva donde todo está por suceder.
En mi semanal tribuna en el apartado que dirige y coordina mi buen hermano Pepe Moreno Fraile he querido rendir un cálido y humilde homenaje a un cura humilde, un sacerdote ejemplar, una extraordinaria persona, que vive su ministerio apostólico desde la sencillez, desde la valentía, desde la coherencia.
Y ha sido con la reapertura de la Capilla del Cristo Viejo cuando he puesto negro sobre blanco lo que quería decirle como mi particular reconocimiento lleno de auténtica gratitud a este buen sacerdote que vive su vida en clave de Jesús.
Hoy mi artículo tiene dedicatoria especial: El Padre D. Rafael Pinto Vega.
Jesús Rodríguez Arias
GRACIAS TAMBIÉN A USTED PADRE RAFAEL
El Padre D. Rafael Pinto en el centro de la imagen
presentación de mi libro Diario de un blog: Sed Valientes
San Fernando Cofrade
Comprendo
tan bien a los feligreses de su anterior parroquia allá en La Línea que
sintieron muy mucho cuando se marchó cosa que demostraron con gestos, hechos y
lágrimas. Los comprendo porque sabían que se iba un sacerdote, un cura,
entregado a las cosas de Dios y también de los hombres cosa que es demostrada
cada día que pasa desde que se hiciera cargo de la Parroquia de Santo Cristo de
San Fernando. Sí, los puedo comprender porque personas como D. Rafael Pinto
Vega van quedando pocas.
Él entiende
todo en clave de Jesús por eso no es raro el verlo tiempo sin límite a los pies
del Sagrario que es el lugar donde el Amor se expande e incluso se hace
tangible, gestionando a pie de calle lo que haga falta para que a los más
necesitados no le falte nada, para que los problemas que a él llegan tenga una
satisfactoria solución. El Padre Don Rafael Pinto es un sacerdote valiente, de
decisiones firmes, coherentes, en las que siempre mira por el bien de la Madre
Iglesia y también de los que la conformamos. En este tiempo que lleva en San
Fernando y más concretamente en la Parroquia del Santo Cristo ha tenido que
enfrentarse a problemas de envergadura que a cualquiera hubiera achantado, a
cualquiera que no base su vida en clave de Jesús.
No voy a
señalar los acontecimientos vividos en estos pasados años en torno a la querida
Hermandad de la Vera+Cruz que ha sufrido su particular calvario, ni pienso
opinar sobre lo acertado o no de las decisiones y acuerdos que desembocaron en
crisis tan dolorosa para todos sus hermanos, la parroquia y se puede decir que
también para San Fernando pues cada uno al final tendrá que ser responsable de
sus propios actos.
Pero si
quiero incidir que estos años de desgarrado sufrimiento en los que parecía que
el túnel era cada vez más oscuro, el aire más viciado, donde no se veían
soluciones por ningún lado, hubiera sido más doloroso sin la ayuda de un
Sacerdote como el Padre Rafael Pinto que ha ejercido de director espiritual en
momentos en los que solamente queda firme la Fe pues todo lo demás se desmorona
a paso agigantados.
El trabajo
arduo, fatigoso y humilde de la Junta de Gobierno que preside Mariano Domínguez
Morillo y de todos los hermanos de esta antigua hermandad cuyo crucificado ha
dado origen y nombre a todo un barrio se puede decir que a tenor de los
acontecimientos con la apertura de la Capilla del Cristo Viejo el pasado sábado
ha dado sus frutos. Ellos también han sufrido la persecución del mundo por
vivir en clave de Jesús.
Persecución
que también ha soportado no solo con estoicismo sino con ese tipo de
mansedumbre y humildad propia de los que están plenamente enamorados de Dios es
la que ha sufrido mi querido Don Rafael Pinto y que gracias a su trabajo, su
capacidad, su gestión en todos los frentes que tenía abierto ha sabido sacar
las fuerzas necesarias para llevar a buen puerto lo que muchos pensaban que era
cosa perdida: La reapertura de la Capilla del Cristo Viejo.
El pasado
sábado se abrían las puertas de esta remozada Capilla que lucía brillos propios
de su viejo esplendor. Allí estuvieron los que pudieron llenos de emoción y
gratitud. A esta cita con la historia y con la Iglesia de San Fernando vino
expresamente nuestro obispo diocesano Monseñor Don Rafael Zornoza Boy al cual
siempre le agradeceré que dispusiera en su momento para dirigir la Parroquia
del Santo Cristo al Padre Don Rafael Pinto que es un verdadero hombre de Dios,
un valiente y un enamorado del Señor que piensa, dice y hace en clave de Jesús.
Recuerdo que
hacía poco que Don Rafael había tomado posesión de la Parroquia del Barrio del
Cristo y que un día un amigo me dijo que al párroco era más fácil encontrarlo
ante el Santísimo que pasando horas muertas en el despacho. Este comentario me
“retrató” la personalidad de este sencillo y humilde sacerdote pues podía
comprender en base a la propia experiencia de vida que siempre es preferible el
pasar cuanto más tiempo con el Señor pues allí, ante Jesús Sacramentado, se
encuentran soluciones donde no las hay, se abren puertas a la esperanza donde
nada más que hay desesperación, donde el tiempo que pasa no es perdido sino
ganado.
En los años
que lleva como Párroco del Santo Cristo lo habré visto una decena de veces
aunque lo siento muy cerca, sé que en cualquier momento puedo contar con él
siendo este sentimiento recíproco pues los que vivimos en clave de Jesús
estamos unidos en un mismo sentir y caminar por esas sendas que Él disponga
para nuestra particular existencia. Hoy he querido dedicar estas palabras
llenas de gratitud a mi querido Padre Rafael Pinto que han sido escritas en mi
Atalaya de Villaluenga del Rosario donde todo se ve más claro de lo que nadie
se puede imaginar.
Jesús
Rodríguez Arias
Nota: La anterior fotografía fue reproducida tal y como estaba publicada en el perfil de Facebook de la isleña hermandad de Vera+Cruz.
Nota: La anterior fotografía fue reproducida tal y como estaba publicada en el perfil de Facebook de la isleña hermandad de Vera+Cruz.
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