Desde 2005 el monumento de la Puerta de Alcalá, en Madrid, tenía una imagen del belén y la Sagrada Familia, pero la administración de Ganemos Madrid y la alcaldesa Manuela Carmena no han instalado esa imagen este año ni ningún otro belén en el lugar, por lo que numerosos madrileños han ido acudiendo durante estas semanas a colocar sus propios pequeños belenes, que ya superan el centenar. Incluso hay quien ha colocado una imagen de cartón recortado, grande, que se asemeja a la que había en años anteriores.
Además, el viernes 23, acudieron más madrileños convocados para una "panderetada" reivindicativa, pidiendo que vuelva el belén a la Puerta de Alcalá.
La original idea nació de María Álvarez de Mendizábal que, al ver como la gente acudía a dejar sus Nacimientos bajo el céntrico monumento, decidió sumarse a la protesta. El objetivo de la «panderetada», explicó María, es «reivindicar de manera ordenada y pacífica el respeto a nuestras tradiciones. Porque no hay que olvidar que si hoy en día se celebra la Navidad es porque nace Jesús. Y eso es lo que celebramos en estas fechas».
Entre, villancico y villancico, Joaquín Vázquez, uno de los asistentes, explicó al diario La Razón: «No nos sentimos representados por este ayuntamiento que se vuelca en celebrar otras fiestas y deja de lado la Navidad cristiana».
Sonsoles, otra asistente a la convocatoria realizada a través de las redes sociales en apenas unos días, comentó: «Los cristianos respetamos todas las tradiciones. Queremos que el Ayuntamiento también respete las nuestras».
Los congregados bajo el arco central de la Puerta de Alcalá, lograron reunir a gente de todas las edades, desde niños pequeños acompañados de sus padres a adolescentes como Beatriz Lozano: «Me parece muy bien este tipo de iniciativas. Es muy importante que haya un belén en Madrid en estas fechas».
Los asistentes a la «panderetada» insistieron en desmarcarse de cualquier ideología política. Alicia, otra madrileña que acudió a la cita defendía esta «revolución de los belenes y las panderetas» como un «movimiento popular, casi espontáneo, de gente que quiere defender sus tradiciones».
La programación municipal en Madrid para estas fiestas, así como la decoración de las calles, se aleja cada año un poco más del sentido religioso de la Navidad, cuyo nombre ha empezado de forma paralela a sustituirse por la «fiesta de la luz», «solsticios» o «fiestas de invierno».
En este tiempo ha habido dos cambios evidentes y simbólicos: la estrambótica Cabalgata del 5 de enero del año pasado desprovista de toda tradición cristiana y la retirada del Belén luminoso de la Puerta de Alcalá.
A día de hoy, del desfile que prepara el Ayuntamiento de los Reyes Magos por el Paseo de la Castellana nada se sabe. Carmena ha querido ocuparse personalmente de ello, asegura La Razón, ante la baja por maternidad de la concejala de Cultura, Celia Mayer. El Nacimiento del arco central de la Puerta de Alcalá sigue sin volver.
En el vídeo, el sacerdote Julián Lozano, de la diócesis de Getafe, se acerca a la Puerta de Alcalá para colocar él también su belén
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