El padre Damián María Montes, conocido a veces como "el cura hipster" o "el padre Damián que canta" (para distinguirlo del santo de los leprosos de Molokai) es un joven misionero redentorista que se dio a conocer en 2015 en el concurso musical televisivo "La Voz" y que ahora ha sido elegido como uno de los 30 finalistas de Eurovisión por España.
Uno de esos 30 irá al concurso eurovisivo en Ucrania. Ahora los aficionados están votando en la web de RTVE qué 10 músicos pasan a la siguiente fase, y el Padre Damián, con una gran base de fans, puede conseguirlo.
Este sacerdote redentorista de 30 años, natural de Granada, necesita votos para pasar a defender su candidatura en una gala que el ente público emitirá a primeros de febrero junto a artistas profesionales. El padre Damián, nieto de la cantaora de flamenco Elisa «La del horno», está proponiéndose en esta fase de la selección con la canción «Thousand Suns», compuesta por Andreas Ohrn y Sebastian Thoth.
Amor al sacerdocio y a la música
Su amor por la música despertó a una temprada edad, ya que con sólo cuatro años acompañaba a su abuela por todos los escenarios de Andalucía. «La música es una vocación dentro de mi vocación, la religión», asegura el religioso. A los 18 años entró al postulantado misionero en Granada, donde permaneció dos años, realizando el bienio filosófico en la Facultad de Teología de Cartuja. El año de noviciado lo llevó a cabo en Ciorani (Italia), año tras el cual profesó sus votos temporales. También ha sido misionero en Calcuta durante un año (lo explicó en un reportaje-testimonio durante la JMJ de 2011), y finalmente en 2013 fue ordenado sacerdote en Granada.
Ya en Madrid, Damián ha compaginado su labor social con la música, continuando su formación en academias y escuelas de teatro musical. Hace tan solo unos meses publicó el primer videoclip de su banda, que versiona la canción ‘Story of my life’, de One Direction; y ahora sorprende con su intención de participar en Eurovisión. Entre sus rivales se encuentra Javián, de la primera edición de ‘Operación Triunfo’ y otros exconcursantes de «La Voz» como Brequette, Iveta Vidal, Rebeca Moss, Nieves Hidalgo, Fruela y Nicky Triphood.
Eurovisión oculta lo religioso
Las normas de Eurovisión, donde la propaganda de ideología de género ha sido machacona y constante durante los últimos años, no permiten mostrar sobre el escenario «símbolos o nombres de índole religiosa» y hasta ahora ningún clérigo o religioso con identificación clara llegó a la final.
En 2015, seis monjas maltesas de la Congregación de las Ursulinas se presentaron a la preselección de su país, pero quedaron sextas y no fueron enviadas a Eurovisión.
En 2013 lo intentaron tres sacerdotes alemanes, “Die Priester”, que interpretaron un tema inspirado en una oración de la mano de Mojca Erdmann. Ese mismo año, Suiza envió como su representación a la banda de música del Ejército de Salvación, una iglesia protestante. Sin embargo, la dirección del certamen impidió a sus miembros participar con el nombre de su organización y les prohibía mostrar simbología alguna durante su actuación. Finalmente, no pasaron la criba de la semifinal.
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