Ha llovido mucho desde que el periodista barcelonés Salvador Sostres publicó su libro "Sóc Convergent: i què?" en 2005. Ahora, con 44 años, es muy crítico con el nacionalismo, con el pensamiento "políticamente correcto", con las ideologías y los salvadores mundanos y ha crecido en su acercamiento a la fe.
Hoy publica en el diario ABC y participa en la cadena COPE. Sigue escribiendo con pluma ácida y contundente, pero con otro enfoque. En una entrevista con Javier Torres en el diario digitalActuall habla no sólo de política, sino también de religión y su encaje en nuestra cultura.
- Ya está la Navidad a la vuelta de la esquina y muchos políticos comienzan a reivindicar el solsticio de invierno para arrinconar al cristianismo. ¿La clase política vive de espaldas a Dios?
- Unos odian a Dios y otros se avergüenzan de él. Pero no les va a salir bien. ¿Creen que lo van a esconder o a borrar? ¿Tan grandes y fuertes se ven? Yo creo que son muy ingenuos.
»Tengo una hija de cinco años y a veces me hace preguntas para las que yo, no es que no tenga respuesta, pero me cuesta imaginar cómo contárselo y pueda entenderlo. Un día mencioné la palabra Dios y ella me preguntó que quién era, y yo le conté lo máximo que le podía contar: “Dios nos creó, Dios nos quiere, Dios nos envió a su Hijo para demostrarnos su amor…” ¿Sabes que mi hija lo entendió a la primera?, eso significa que la información de Dios en cierto modo la tenemos todos.
- También tratan de borrar todo rastro en las aulas.
- ¿De verdad creen estos señores que cuando estas personas tengan momentos de dolor, de dudas, de incertidumbre no les va a salir la necesidad de ponerse en manos de algo trascendente?
»Están cometiendo fraude sobre la población. Es como si a los alumnos no les enseñaran matemáticas o historia. ¿Cómo puede ser que una persona en España no sepa qué es la Navidad o la Semana Santa? Es una locura, no puede ser, es vivir al revés.
»Y cuando dicen “apartamos la religión de la escuela para dar libertad y no obligar a nadie…” ¡Mentira! Borrar a Dios de la escuela es ideología, pero poner a Dios en la escuela es la verdad. Y la verdad no porque lo diga yo que soy católico, sino la verdad de toda nuestra tradición, de lo que inevitablemente somos incluso hasta el más ateo.
- ¿Por qué los grandes medios no hablan de la persecución a los cristianos?
- Porque queda progre. Es muy triste, pero es así. Hoy un político de Podemos, PSOE o IU no se considera un verdadero líder hasta que en su programa aparece la famosa revisión del concordato entre el Estado y la Santa Sede. Es una cosa de tarados.
»Ya me dirán dónde estaríamos si el Estado tuviera que hacer el magnífico trabajo de caridad que hace la Iglesia. Por cierto, la caridad significa amor y todos la necesitamos, especialmente los que no lo creen. Lo más revolucionario hoy en España es ser católico, hemos vuelto a las catacumbas. Cualquier cosa que huela a católico, a fe, a Dios, se considera anatema. ¿Hablar de cristianos perseguidos? Hay mucha gente que piensa que se merecen esa persecución.
En otros momentos, Sostres habla de la ideología de género y el feminismo radical.
- Hablando de la realidad, ¿qué le parece que algunos traten de imponer la suya a través de leyes? Me refiero a la ley LGTB impulsada por Cifuentes en Madrid: entre otras cosas, obliga a los profesores a celebrar el día del orgullo gay dos veces al año. Ideología de género pura.
- Me parece que no tendría que ser una corriente ideológica. Si un niño se siente mujer se puede encauzar de modo que este chico pueda vivir en las condiciones más cómodas y respetuosas hacia su sentimiento y su condición, y la contradicción que hay entre ambos. El género no es una ideología: unos somos hombres y otras mujeres. Ni los hombres son culpables ni las mujeres son víctimas. Ni creo que haya que establecer cuotas.
»No creo que ser gay o heterosexual sea un orgullo, me parece ridículo. Si alguien quiere desfilar un día disfrazado de lo que sea por las calles tampoco me parece lo más grave del mundo. Yo no me siento a gusto con este tipo de exhibiciones, pero no tengo problemas con ello.
- Yo le pregunto por la imposición vía ley de estos postulados, no le hablo de libertad de expresión.
- No creo que esto tenga que estar patrocinado por las instituciones. El feminismo ha sido terrible especialmente para la mujer y también para el hombre en alguna medida. El feminismo ha intentado imponer a las mujeres una manera de ser mujer y ha forzado a muchas a vivir una vida que ellas no habrían querido.
»No sé por qué es más importante ser directora general de una compañía que ser madre. Y lo mismo digo en el caso del padre: yo he renunciado a muchos trabajos y a veces con alguna bronca del director de mi periódico.
- Cuente, cuente…
- Tuve una bronca con Pedro J. cuando estuve en El Mundo. Renuncié durante un tiempo al 25% de mi sueldo porque yo no quería ir a Madrid a las tertulias de Veo 7. No quise porque yo quería dormir en casa para no perderme un día de acostar a mi hija o llevarla al colegio.A mí me parece fundamental. Afortunadamente escribir en ABC y hablar en Cope me permiten organizarme muy bien.
»El feminismo dice que si la mujer trabaja en casa es una esclava de su marido y que para realizarte hay que trabajar fuera de casa y odiar a los hombres y decir que los hombres son asesinos por definición. El feminismo ha llegado demasiado lejos. Ahora hay muchas denuncias de viernes por la tarde porque saben que el hombre duerme el fin de semana en el calabozo.
»Además está la indefensión ante cualquier situación porque una mujer te puede decir “gordo de mierda” o “calvo de mierda” y no pasa nada, pero si yo llamo una cosa parecida a una mujer puedo tener algún problema hasta el punto de que el medio de comunicación para el que trabajo prescinda de mí al creer que estoy bajo sospecha por maltrato.
- Entonces ¿no hay igualdad?
- Los varones estamos en la total indefensión y no creo que el sexo pueda formar una ideología, pero hoy ser hombre es un deporte de riesgo. Imagínate ser hombre, blanco, de derechas, católico… Es terrible porque no se puede hacer comentario alguno. Incluso hasta el piropo se pone en duda. Últimamente me he dado cuenta con mis amigos de que los hombres nos hemos vuelto más cariñosos entre nosotros.
La entrevista completa se puede leer AQUÍ en Actuall
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