Jesucristo
Meditación. Un reino de justicia, de paz y de amor
Por: P. Fintan Kelly | Fuente: Catholic.net
Por: P. Fintan Kelly | Fuente: Catholic.net
Entonces verán venir al Hijo del hombre...
Lc 21,25-28.34-36
Fruto:
Hay muchas venidas de Cristo: la histórica, la litúrgica y su venida al fin de los tiempos.
1. La primera venida de Cristo, la histórica, fue cuando nació en Belén. Nosotros no estábamos presentes en esa venida, pues pasó hace 2,000 años.
Probablemente a muchos de nosotros se nos ha venido a la mente este pensamiento: ¡Qué pena que no vivíamos en aquel tiempo! ¡Nos hubiera gustado haber nacido en el tiempo de Jesús y haber sido contemporáneos suyos!
Podemos estar presentes de alguna manera en esa venida histórica de Cristo por medio de la meditación del Evangelio. Usando nuestra imaginación es posible reconstruir las escenas, buscando el significado más profundo de estos eventos. ¿Por qué Dios se hizo hombre? ¿Para quién se hizo hombre? ¿Por qué escogió venir al mundo de esa manera, entre la pobreza de una cueva y la pureza de una Virgen, etc.?
2. La venida litúrgica está presente a través de los sacramentos, especialmente de la Eucaristía. Cada vez que comulgamos recibimos el mismo Cristo que nació en Belén, que fue envuelto en paños por la Virgen María, que fue visitado por los magos, que fue perseguido por el cruel rey Herodes.
La Misa puede ser otro Belén para nosotros, en el cual nos acercamos al Divino Niño y lo adoramos. Cada visita eucarística puede ser un encuentro con Dios hecho hombre que nos espera en el sagrario.
3. La última venida de Cristo será al final de los tiempos. No sabemos cuando será. Un día los discípulos le preguntaron a Jesús sobre el tiempo de su última venida, pero Él respondió de una manera discreta que nadie lo sabía, sólo su Padre en el cielo.
La Iglesia debe ir preparando a la humanidad para esta venida de Cristo. No debemos dejarnos engañar por las trampas de las sectas que predicen la última venida de Cristo. La manera de hacerlo es implantar el Reino de Dios en la tierra, que es un reino de justicia, de paz y de amor.
Propósito:
Tomar conciencia de la necesidad de prepararse para la venida de Cristo esta Navidad por medio de la meditación de la liturgia cada domingo.
Lc 21,25-28.34-36
Fruto:
Hay muchas venidas de Cristo: la histórica, la litúrgica y su venida al fin de los tiempos.
1. La primera venida de Cristo, la histórica, fue cuando nació en Belén. Nosotros no estábamos presentes en esa venida, pues pasó hace 2,000 años.
Probablemente a muchos de nosotros se nos ha venido a la mente este pensamiento: ¡Qué pena que no vivíamos en aquel tiempo! ¡Nos hubiera gustado haber nacido en el tiempo de Jesús y haber sido contemporáneos suyos!
Podemos estar presentes de alguna manera en esa venida histórica de Cristo por medio de la meditación del Evangelio. Usando nuestra imaginación es posible reconstruir las escenas, buscando el significado más profundo de estos eventos. ¿Por qué Dios se hizo hombre? ¿Para quién se hizo hombre? ¿Por qué escogió venir al mundo de esa manera, entre la pobreza de una cueva y la pureza de una Virgen, etc.?
2. La venida litúrgica está presente a través de los sacramentos, especialmente de la Eucaristía. Cada vez que comulgamos recibimos el mismo Cristo que nació en Belén, que fue envuelto en paños por la Virgen María, que fue visitado por los magos, que fue perseguido por el cruel rey Herodes.
La Misa puede ser otro Belén para nosotros, en el cual nos acercamos al Divino Niño y lo adoramos. Cada visita eucarística puede ser un encuentro con Dios hecho hombre que nos espera en el sagrario.
3. La última venida de Cristo será al final de los tiempos. No sabemos cuando será. Un día los discípulos le preguntaron a Jesús sobre el tiempo de su última venida, pero Él respondió de una manera discreta que nadie lo sabía, sólo su Padre en el cielo.
La Iglesia debe ir preparando a la humanidad para esta venida de Cristo. No debemos dejarnos engañar por las trampas de las sectas que predicen la última venida de Cristo. La manera de hacerlo es implantar el Reino de Dios en la tierra, que es un reino de justicia, de paz y de amor.
Propósito:
Tomar conciencia de la necesidad de prepararse para la venida de Cristo esta Navidad por medio de la meditación de la liturgia cada domingo.
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