Valentín Palencia y compañeros mártires
El cardenal Amato ha beatificado a Valentín Palencia y compañeros mártires, fusilados en 1937 tras ser denunciados por celebrar Misa. Es la primera beatificación que acoge Burgos
El sacerdote Valentín Palencia y los jóvenes que le acompañaron en el martirio, Donato Rodríguez, Emilio Huidobro, Germán García y Zacarías Cuesta, han sido beatificados hoy en la catedral de Burgos como «testigos heroicos del Evangelio».
Así se recoge en la carta del Papa que ha leído el cardenal Angelo Amato, prefecto de la congregación para la Causa de los Santos de la Santa Sede.
El arzobispo de Burgos, Fidel Herráez, ha sido el encargado de solicitar al Santo Padre la inscripción en el número de beatos a estos «venerables siervos de Dios» que «antepusieron la fidelidad al Señor a su propia vida» y sufrieron el martirio. Los ya beatos fueron fusilados el 15 de enero de 1937 después de que Palencia fuera denunciado por celebrar Misa.
En la homilía, el cardenal Amato ha recordado la «época de sangre y luto para la Iglesia» que vivió España a principios del siglo pasado y ha señalado que, para Francisco, «la persecución es el pan cotidiano de la Iglesia».
El cardenal Angelo Amato ha presidido en representación del Pontífice esta ceremonia a la que han acudido, entre otros, el presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Ricardo Blazquez; el cardenal Antonio María Rouco Varela; el obispo auxiliar de Madrid, Juan Antonio Martínez Camino y los burgaleses Raúl Berzosa, obispo de Ciudad Rodrigo, y Francisco Pérez González, arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela.
También han asistido a la ceremonia los abades de Santo Domingo de Silos y San Pedro de Cardeña, los párrocos de los pueblos burgaleses donde nacieron los cinco nuevos beatos y una representación de las autoridades civiles y militares.
EFE/Alfa y Omega
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