Misioneros franciscanos al servicio
de la Tierra Santa
En la tarde del viernes 27 de noviembre, una delegación franciscana presidida por el custodio de Tierra Santa se reunido con el papa copto ortodoxo Teodoro II que, debido a obligaciones religiosas, el jueves llegó de Egipto a Jerusalén para participar en los funerales de Mons. Anba Abrahán, arzobispo de Jerusalén y de Oriente Medio.
«Sayidna [‘Señor nuestro’, en árabe), queremos ante todo presentarle nuestras condolencias. Tenemos óptimas relaciones con la Iglesia copta y sentíamos una gran estima por el arzobispo Anba Abrahán. No era solo un eclesiástico de alto rango sino también un hombre profundamente espiritual que tenía siempre una palabra auténtica, una reflexión espiritual personal sobre las diversas fiestas, con ocasión del intercambio de felicitaciones».
La delegación estaba compuesta por once franciscanos, de los que cuatro son egipcios. Al inicio del encuentro ha habido un intercambio de regalos. Los franciscanos han regalado al Papa una caja de madreperla que contenía una reliquia del Calvario, mientras que a cambio han recibido un icono de la Virgen con el Niño.
El Papa copto ha expresado su cercanía con el arzobispo difunto, diciendo que se habían conocido en el monasterio de Uadi Natrún San Bishoi.
«Viví el comienzo de mi experiencia monástica junto al padre Sedrak, que más tarde se convirtió en Mons. Anba Abrahán [...]. Era un hombre lleno del Espíritu de Dios. Consideramos su desaparición con una gran pérdida para la Iglesia copta, pero también aquí por sus relaciones con las demás Iglesias y comunidades musulmana y judía. Es un difícil desafío cultivar relaciones de tal calidad con todos».
Según la tradición copta, el arzobispo metropolitano de Jerusalén asiste al Papa. Anba Abrahán fue nombrado arzobispo y elevado al rango de metropolita el mismo día; para otros arzobispos, esto requiere una decena de años de espera.
«Necesitamos tener buenas relaciones con la Iglesia católica en Egipto y específicamente con los franciscanos. Vivimos un amor activo, debemos construir buenas relaciones con todos. En Egipto somos una minoría nacional [...], nuestra Iglesia está presente en más de 60 países del mundo. Esta presencia refuerza nuestra relación con la Iglesia católica. En el próximo mes de enero habrá un encuentro entre la Iglesia católica y la Iglesia oriental ortodoxa en El Cairo».
Después ha saludado a los frailes franciscanos egipcios en árabe, explicando el deber de las condolencias y de la lealtad. «Mi venida es también ocasión para manifestar el fuerte vínculo entre todas las Iglesias cristianas que dan testimonio de Cristo. Intento construir relaciones fuertes con todas las Iglesias, sin excepciones. Nuestro papel como cristianos es el de mantener el corazón abierto a todos, Iglesias y organizaciones religiosas en todo el mundo, para construir la paz. Esta ciudad se llama Jerusalén, ciudad de la paz, pero ¿dónde está la paz?».
Los franciscanos a su vez le han hablado de su Orden. El Papa se ha informado sobre su monasterio y ha prestado una atención especial a las escuelas cristianas y a los frailes profesores y directores de las escuelas de la Custodia de Tierra Santa. Después ha dado las gracias a la delegación franciscana que ha acudido a visitarle, dándole su bendición y mencionando en su oración a Mons. Anba Abrahán.
El día siguiente, 28 de noviembre, se han celebrado los funerales del arzobispo. La iglesia de San Antonio estaba repleta de fieles. Estaban también presentes los representantes de las Iglesias locales, autoridades civiles, un gran número de fieles locales y amigos de Mons. Anba Abrahán. Una delegación de franciscanos ha acudido también para dar el último adiós y presentar sus condolencias.
Nizar Halloun
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