domingo, 2 de agosto de 2015

OBRAS DEL PADRE RUPNIK: CAPILLA DE SAN JOSÉ DE LAS HERMANAS DE LA CARIDAD DE SAN VICENTE DE PAÚL EN FLUME


Capilla de san José de las Hermanas de la Caridad de san Vicente de Paúl en Fiume (Rijeka)
Sestre Milosrdnice, Kresnikova 15, 51000 Rijeka, Croazia
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Panorámica
Capilla de las Hermanas de la Caridad de san Vicente de Paúl
Fiume - Croazia
Octubre 2008
 

La capilla está dedicada a san José. Precisamente porque san José es una imagen fuerte de fe y de confianza en la providencia divina, se ha escogido una iconografía que pueda expresar el misterio de la fe. Como enseñan los cristianos de Oriente, la imagen de san José aparece en la iconografía asociada a la de la Madre de Dios, de la que es esposo. Y María, como Madre de Dios, está siempre en relación o con el Hijo, o con la Iglesia, o con el Espíritu Santo.
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Presbiterio
Capilla de las Hermanas de la Caridad de san Vicente de Paúl
Fiume - Croazia
Octubre 2008

Por esta razón encontramos a la Virgen a la derecha del ábside, junto al sagrario, en el que está escrito en glagolítico (que junto con el cirílico, es el alfabeto eslavo más antiguo en el fueron escritos los textos cristianos y que se mantenido hasta hace pocas décadas en la tradición dálmata): «Yo estoy con vosotros». María está sola, después de que el ángel de la Anunciación la ha dejado, y sopesa en el corazón las palabras que le ha dicho el ángel.
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Virgen María
Capilla de las Hermanas de la Caridad de san Vicente de Paúl
Fiume - Croazia
Octubre 2008

Por eso mantiene la mano en el pecho, sosteniendo el rollo de la Palabra y recogiendo con la otra mano el manto sobre su seno, como si acompañase el misterio de esta Palabra que toma cuerpo en ella. Sus dos manos, pues,, de alguna manera, tocan la misma realidad, que es el Hijo, el Verbo y el Cuerpo. La Madre de Dios creyó en el anuncio aunque no comprenderá el mensaje en toda su profundidad. Se entregó a la Palabra, diciendo que el Señor es el único que puede disponer de ella, y por eso se haga de ella según su santa voluntad. Creer significa confiar el propio corazón, es decir, a sí mismos totalmente len una relación con Dios. Quien lo hace, renuncia a la propia voluntad y se entrega al querer de Dios. El amor y la rehacen coincidir nuestra voluntad con la de Dios.
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Detalle
Capilla de las Hermanas de la Caridad de san Vicente de Paúl
Fiume - Croazia
Octubre 2008

En el otro lado del presbiterio, está la escena de san José que duerme el sueño del justo. El ángel se le acerca con prisa al oído para inspirar a su conocimiento, para guiar sus pensamientos por los caminos de Dios, para que se realice la obra de la encarnación con la que se inaugurará la salvación esperada de generación en generación. Aunque José duerme y sus ojos están cerrados, el ángel con la mano izquierda señala a Jesucristo, el Camino de Dios que el ángel querría que José recorriera. De hecho, ya Orígenes había hecho la analogía entre el sueño y la inspiración profética, y según él, en el hombre purificado Dios influye no sólo en el intelecto, sino también en el inconsciente, haciendo nacer imágenes y sensaciones que son un mensaje divino. Así, según Orígenes, hay que entender la voz que Dios hizo oír a los profetas.
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El ángel habla a san José
Capilla de las Hermanas de la Caridad de san Vicente de Paúl
Fiume - Croazia
Octubre 2008

La diestra del ángel expresa la ternura y el cuidado de Dios hacia José, atento a no tocarlo, porque si se despertara, el ángel no podría comunicarle ya todo el mensaje. Cuando José se despierta, reconoce en este sueño la presencia del Espíritu, entiende que se trata de una comunicación de Dios y actúa en consecuencia, como corresponde al hombre justo. También él, con la inteligencia de la fe, comprende eso que en sí mismo no era claro y se fía totalmente de Dios, cuya palabra, que se le reveló tan misteriosamente, permanecerá como lámpara para sus pasos.
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Detalle
Capilla de las Hermanas de la Caridad de san Vicente de Paúl
Fiume - Croazia
Octubre 2008

En el centro del ábside se encuentra Cristo que camina sobre las aguas, bendiciendo a los fieles, con su mano derecha, en la capilla en la que se cruzan con su mirada y extendiendo su mano izquierda a Pedro. Pedro es salvado por el flujo de las aguas que estaban a punto de sumergirlo, tras haber sido presa del susto precisamente cuando bajó la mirada desde Cristo para fijarse en los abismos oscuros del agua bajo sus pies (cf. Mt 14, 30). No corresponde a la naturaleza del hombre caminar sobre las aguas, pero la persona humana no puede reducirse sólo a su naturaleza. En efecto, la persona tiene el núcleo de su identidad en la relación con Dios, de quien recibe la vida, el amor, es decir, la semejanza a Dios mismo. En virtud de la relación con Cristo, Pedro logra caminar sobre las aguas, es decir, logra superar determinismos circunscritos a la sola naturaleza humana. La vida espiritual es en realidad un proceso continuo de penetración del Espíritu Santo en toda realidad humana, un proceso de deificación de la realidad humana, en cuanto que el Espíritu nos inserta en Cristo y nos hace hijos en el Hijo. Por eso, la persona espiritual logra vivir como persona redimida, es decir, con una naturaleza humana salvada porque está unida a Cristo. Así, todo lo que sería normal según la naturaleza humana, además de herida por el pecado, es superado por el hombre espiritual. El hombre espiritual logra superar las antipatías, los rencores, logra resistir inmune a los pensamientos violentos, agresivos y pasionales e incluso logra amar a los enemigos, a las personas que le han hecho mal. Pero cuando el hombre cede a los miedos y su mirada se desvía de Cristo y se fija en lo que es oscuro y difícil, entonces cae asombrado no sólo de los determinismos de la naturaleza humana, sino del pecado que en ella se esconde. Por eso, la Carta a los Hebreos dice: «Fijad la mirada en Cristo» (12, 2). La escena del Génesis 3 sigue siendo el prototipo del mantenerse en pie o del caer: cuando Eva ha prestado atención a la serpiente hasta olvidar la bondad de Dios, el hombre debía reemplazar a Dios con un ídolo. El gran arte es, pues, ver las cosas en su relación con Cristo por la gracia del Espíritu Santo.
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Cristo y san Pedro en el lago
Capilla de las Hermanas de la Caridad de san Vicente de Paúl
Fiume - Croazia
Octubre 2008

Pedro comprende que caminaba sobre las aguas mientras tenía la mirada fija en Cristo. Por eso, expresa su fe con un grito y extiende las manos para ser cogido por Aquel, de quien por un instante se ha desviado asustado por el miedo.
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San Pedro
Capilla de las Hermanas de la Caridad de san Vicente de Paúl
Fiume - Croazia
Octubre 2008

Litúrgicamente el escenario se vuelve aún más elocuente, porque detrás del altar destaca el Señor que nos salva también a nosotros que podemos ser reprendidos por su palabra como «hombres de poca fe». Y detrás del ambón se vislumbra la escena de san José y del ángel, como para sugerir que la Palabra de Dios que se anuncia es también para nosotros sostenida e iluminada por los tiernos y luminosos mensajeros de Dios.
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Pared lateral
Capilla de las Hermanas de la Caridad de san Vicente de Paúl
Fiume - Croazia
Octubre 2008
 
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Pelícano
Capilla de las Hermanas de la Caridad de san Vicente de Paúl
Fiume - Croazia
Octubre 2008

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