Capernaum es uno de los lugares más queridos y visitados de Tierra Santa. El sitio, especialmente en los últimos dos años, ha visto un aumento exponencial en el número de visitantes con un promedio de 5000 turistas por día, y picos de más de 6500 en temporada alta. Desde el 18 de marzo, "la ciudad de Jesús", como se puede leer en el letrero a la entrada del santuario, ha estado cerrada al público. Se han tomado medidas de contención para detener la propagación del coronavirus. Todos los santuarios y lugares de culto en el país están cerrados. Fr. Luca Panza, guardián de Capernaum, nos cuenta la situación.
¿Cómo va la vida a orillas del lago de Galilea?
Nuestra vida no ha cambiado esencialmente, siempre está marcada por el trabajo y la oración. Sin embargo, el trabajo a realizar es diferente. No tenemos que hacer frente a la gran cantidad de peregrinos que visitan el santuario todos los días. El primer cierre del domingo fue impresionante, el primero en siete años, ya que he sido el guardián del sitio.
¿Cuál es tu trabajo en este momento?
El sitio, aunque cerrado, necesita atención constante. Malas hierbas, infiltración de agua: siempre debe asegurarse de que todo esté en orden. Este año, el nivel del lago ha aumentado en 4 metros, y tenemos que lidiar con eso.
¿Cuál es la razón de este aumento en el nivel del agua?
Ciertamente, la fuerte lluvia y el hecho de que la presa que conecta con el río Jordán no se ha abierto. Días de fuertes tormentas han dañado los bancos, parte del trabajo de este período es traer nuevas tierras y reconstruirlas.
Mucho trabajo manual ...
Nuestro servicio ahora es proteger de manera práctica y proteger el lugar, por el momento, no para acoger, sino para preservar. Limpiamos como si tuviéramos que abrir mañana, pero no sabemos cuándo será mañana. Es una espera para un futuro mejor. Y no hemos dejado de celebrar misa. Una vez a la semana celebramos en el monumento para mantener vivo el lugar. Todos los domingos en los restos de la casa de Pedro, una de las primeras domus ecclesia de Tierra Santa, renovamos nuestra promesa y rezamos por todos los que nos lo piden. Recibimos muchas solicitudes de oraciones en este momento y tratamos de orar por todos. La oración es muy importante y es una forma de estar cerca de la gente. Vengo de la provincia de Bérgamo, una de las más afectadas por el virus. En mi pueblo de unos 5000 habitantes, murieron 24 personas. Nuestras oraciones van a ellos y a todos los enfermos.
¿Cómo te imaginas el futuro?
Mientras más tiempo pasa, más preocupaciones hay especialmente para nuestros empleados y sus familias. Parte de los ingresos de los boletos de entrada cubrió los gastos de nuestros empleados locales y dio a 5 familias la vida. No sabemos cuándo podremos reabrir y qué reglas tendremos que adoptar para permitir una visita segura. Sin embargo, seguimos trabajando para mejorar el sitio. Junto con la Oficina Técnica de Custodia y la Oficina de Patrimonio Cultural, estamos creando paneles explicativos para ayudar a los visitantes a comprender aún mejor el significado de esas piedras negras que los visitantes admiran. Estaremos listos para la llegada de nuevos peregrinos, que esperamos suceda pronto.
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