Extraordinarias manifestaciones del Padre D. Carlos Ruiz al nauseabundo artículo publicado en "El Mundo" y escrito por Jose Manuel Vidal del que me ahorraré mi opinión personal pues puedo acabar denunciado por decir lo que pienso de él y de los que están junto a él en esta miserable campaña de desprestigio de Monseñor D. Rafael Zornoza, Obispo de Cádiz y Ceuta.
El Padre Carlos conoce muy bien a D. Rafael son amigos de verdad, hermanos en sacerdocio y el primero fue secretario particular del segundo en sus primeros tiempos en nuestra diócesis.
Gracias Padre Carlos por su valentía y por decir las cosas tan claras.
Jesús Rodríguez Arias
A PROPÓSITO DE DON RAFAEL ZORNOZA
Padre Carlos Ruiz el primero en la imagen
La amplitud de la publicación realizada en El Mundo me exige decir una palabra.
Conozco a Don Rafael desde hace más de 20 años y tuve la suerte de estar con él durante 3 años al comienzo de su servicio episcopal de Cádiz como secretario personal y como amigo.
Todos los que conocemos a Don Rafael no podemos sino reírnos -por no llorar- cuando leemos "sus gustos de señorito", "sus coches y vinos". Nadie más sencillo que Don Rafael, jamás le he visto pedir un vino o una comida "de señorito", es más con lo que más disfruta es con la comida cuanto más sencilla mejor, verduras y cosas así. Ninguno que hayamos compartido con él un poco de tiempo personal dirá otra cosa.
Se le acusa de continuos viajes a grandes destinos turísticos tales como Fátima o Lourdes, wow, qué "señorito" eso de ir de jornada en jornada en el bus con los chavales ¿no? Eso es verdad, con jóvenes siempre, desde hace décadas, en campamentos, peregrinaciones, durmiendo en el suelo, comiendo de bocata, siendo el primero en todos los esfuerzos. Somos los miles los que hemos estado con él, y sabemos que lo que le mueve a Don Rafael es la evangelización, un celo evangelizador que no deja indiferente, no deja indiferente.
Le he visto sufrir por los seminaristas, los sacerdotes, los jóvenes desde hace años, ya en Getafe. Lo que le define no es ser "el jefe o el señorito"sino "el evangelizador apasionado", el pastor que no huye cuando ve al lobo venir, el amigo del Esposo que comparte con el amigo su Pasión, un obispo. Un obispo, como tantos otros, que son simplemente fieles.
Gracias Don Rafael por tantas cosas pero sobretodo por permanecer en la brecha.
Carlos Ruiz, Pbo.
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