jueves, 1 de noviembre de 2018

PARA MEDITAR


La palabra confianza parece que ha celebrado sus funerales. 
Se desconfía de Dios, del vecino y de la propia familia. 
¿Será que Dios no te escucha? ¿Será que los vecinos son tan malos? ¿Será que ya no hay que confiar en la familia? ¿Será que murió la confianza? 
Mientras buscas la respuesta, aprovéchate de Dios que siempre está de buenas. 

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