No reírse de Carmen Calvo. O no tanto. Ha dicho, sí, que el vuelo en avión oficial de Pedro Sánchez y señora a Alicante a un concierto de The Killers es parte de su agenda cultural de presidente del Gobierno. Lo primero que te sale es reírte, es verdad. Yo he recordado al vecino de un amigo que tenía grandes broncas a grandes voces con su mujer porque él no hacía más que ver partidos de fútbol en la tele. Entonces gritaba: "¡Er furbó é curtura, que no t'enteras: curtura! ¡Curtura!" Mi amigo llegó a invitarme a su casa cuando había partido para escuchar, muro a través, esa pieza de oratoria, tan propia del siglo XX. Bien, pues eso: "The Killers son cultura, que no te enteras, cultura, cultura".
Por supuesto, si uno es más de indignarse, también tiene margen. Porque si Rajoy llega a cogerse un avión oficial para irse a Sanxenxo a un concierto de Julio Iglesias (un poner) le cae la del pulpo (a feira). La desproporción entre la izquierda y la derecha es global y va desde la legitimidad de sus respectivos discursos políticos hasta la justificación mediática de sus análogas corrupciones, pasando, por supuesto, por la diversa tolerancia a sus acciones de gobierno o análogas. Comparar al presidente de España con la presidente de Croacia, que pagó de su bolsillo el viaje para ver la final del Mundial, siendo el fútbol, además de cultura (según el vecino de mi amigo), un inigualable escaparate internacional, comparar ambas actitudes, digo, te deja la cara como la camiseta de Croacia, a cuadritos rojos (del alipori) y blancos (del pasmo).
Con todo, lo mejor no es ni tanto ni tan calvo: ni reírse ni indignarse. Aprovechar para aprender de Carmen. Todo es agenda cultural para la izquierda, en efecto. Es cultura política que el presidente del Gobierno nos demuestre que, desde el poder, los socialistas hacen lo que les da la gana. Quien avisa no es traidor. También es cierto que tiene poco tiempo para transmitir una imagen altamente presidencial; y eso es cultura mediática. Es cultura la música moderna, que tanto ha hecho por configurar el mundo contemporáneo. Habiendo considerado "cultura" todo lo que epate al burgués, sea rompedor y escandalice a la sociedad, ¿no va a ser cultura pura y dura darse esa vuelta en avión contra todos los códigos neoclásicos de austeridad y decoro? Los carcas tenemos mucho que aprender sobre cómo manejar la "agenda cultural". Lo digo en serio.
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