En el otoño de 2014, Cheryl Abbate, profesora en la univesidad jesuita de Marquette (Wisconsin, Estados Unidos), expulsó del aula a una alumna por defender el matrimonio entre hombre y mujer: "Puedes tener las opiniones que quieras, pero te digo desde ya que en esta clase no se tolerarán comentarios homófobos, racistas ni sexistas", le dijo antes de echarla, en expresión que la joven pudo grabar.
En su blog, muy seguido según informa Breitbart, el profesor John McAdams acusaba a la profesora Abbate de "emplear una táctica muy típica ahora entre los progresistas: las opiniones con las que están en desacuerdo no sólo están equivocadas y no merecen ser contestadas con argumentos, sino que se las califica de ´ofensivas´ y deben ser acalladas".
En la última semana de marzo el asunto se ha sustanciado en que un comité de facultad ha recomendado al rector de Marquette que suspenda de empleo y sueldo al profesor McAdams desde el 1 de abril hasta el final de curso, con amenaza de despido si no reconoce su "culpa" y no se disculpa "en el plazo de dos semanas". McAdams debe reconocer que su post del 9 de noviembre de 2014 "fue imprudente e incompatible con la misión y los valores de Marquette" y debe "expresar su profundo pesar ante el daño sufrido por nuestra antigua profesora, la señora Abbate", quien habría recibido varios mensajes de rechazo a consecuencia del escrito del profesor.
McAdams ha respondido que la "misión católica" de Marquette no es más que "un truco de marketing", y la exigencia de disculpas que se le plantea "una violación de la libertad académica incluida en los estatutos de la universidad".
"Por supuesto, no voy a disculparme por defender la libertad de expresión de una alumna",afirma McAdams, quien aclara que él ni siquiera llegó a defender el matrimonio tradicional, sino "simplemente el derecho de una estudiante a defender el matrimonio tradicional sin ser acosada y humillada".
Añadió que "las llamadas instituciones jesuitas en buena medida ya no están conducidas por jesuitas", y ni siquiera el rector de Marquette lo es. Y también que los jesuitas ya no son "el bastión de la ortodoxia católica", lo que "las deja al albur de la moda que prevalezca en el ámbito académico": "Por ejemplo, si hay que mimar al lobby gay, mimarán al lobby gay, y lo han hecho a conciencia... Y, como en todas las universidades, hay una especie de confluencia entre la ideología y el interés de los burócratas".
"No voy a firmar un ´juramento de lealtad´ a la misión de Marquette, porque en realidaddefiendo mucho más la supuesta misión de Marquette que quienes gobiernan la universidad", concluyó. Y anunció demandas legales contra su despido.
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