Entrevista a Saiful Malook, defensor de Asia Bibi, la mujer cristiana en el brazo de la muerte por una acusación de blasfemia
AIN-. (Asia News) “Las personas, incluidos los jueces, dicen que me enloquecí por haber recibido como cargo este caso, Dicen que soy enemigo de mis hijas” explica el abogado musulmán.
“Muchos requisitos legales fueron ignorados en el caso de Asia Bibi, la única mujer en ser condenada a muerte por blasfemia en Paquistán. Las autoridades deben dejar de lado los sentimientos religiosos y verificar los hechos, como primer cosa. Sin embargo, se sometieron a los fundamentalistas religiosos y no frenan a los militantes del pegar a quien es acusado de insultar al Profeta Mahoma o de incendiar sus casas”.
El abogado de la Corte suprema, un musulmán, asumió el caso en el pasado octubre después que la Alta corte de Lahore rechazó el pedido de Asia Bibi contra la sentencia pasada de un tribunal menor. El Papa Francisco bendijo a la familia de la mujer que está encarcelada desde el año 2010, después de haber sido acusada de blasfemia. En todo el mundo asociaciones y grupos cristianos han podido tener un suspiro de alivio cuando la Corte suprema bloqueó la ejecución y ordenó la revisión del proceso, a fines de julio.
Aquel día, Saiful Malook permaneció 2 horas en el tribunal para evitar posibles contragolpes. El abogado musulmán fue cauto ya desde cuando tomó a su cargo el caso en nombre de Salmaan Tasser, gobernador de Punjab, asesinado por su guardaespaldas por haber pedido la gracia para Asia Bibi.
“Pedí a los periodistas- cuenta el legal- que no sacaran fotos. Soy padre de 3 hijas. Las agencias especializadas me han enseñado como evitar amenazas cuando se siguen casos similares. Incluidos los jueces, dicen que enloquecí por haber tomado este cargo en este caso. Dicen que soy enemigo de mis hijas, el darme la mano se volvió algo raro. Yo estaba orgulloso de ser vicepresidente de la Alta Corte, pero ahora mis conocidos casi ni me miran a la cara. Los partidos religiosos tiene rencor hacia mí”.
Según Saiful Malook, el gobierno de Paquistán está eludiendo sus propias responsabilidades en el caso de Asia Bibi y es el púnico responsable de su dolor.
“La blasfemia está considerada en los hudud (crímenes contra Dios), pero ninguno de los jueces preguntó si el Estado en persona o un funcionario autorizado hayan hecho alguna denuncia de blasfemia contra Asia. La sharía (ley islámica) dice que el acusado debe confesar su propio crimen y que debe haber un control de los testimonios antes del proceso. Todos estos requisitos fueron ignorados”.
Sin embargo, según el abogado el caso de Asia Bibi se convirtió en algo político. “Centenares de organizaciones- explica- se están aprovechando de las ayudas de extranjeros para proteger a la familia de Asia Bibi y darles un digna asistencia legal. Sus benefactores deberían frenar este tráfico”.
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