sábado, 2 de agosto de 2014

UNA NUEVA GENERACIÓN DE MOSAIQUISTAS EN TIERRA SANTA.


Misioneros franciscanos al servicio 
de la Tierra Santa




«La memoria es como un mosaico hecho de teselas», así escribe el autor español contemporáneo José Carlos Llop. Esta cita puede resumir el recorrido de seis jóvenes palestinos que, desde hace dos años, siguen una formación en el arte decorativo del mosaico. Tal formación es gracias a ATS pro Terra Sancta, la ONG de la Custodia de Tierra Santa.

Como cuenta Carla Benelli, historiadora de arte y coordinadora de ATS pro Terra Sancta, todo comenzó con el proyecto de restauración de mosaicos de la basílica de Getsemaní. «Teniendo el encargo de recoger fondos para los trabajos, aprovechamos rápidamente la oportunidad que se nos brindaba», ha explicado. Mientras que la Custodia había recurrido al centro de mosaiquistas de Jericó, fundado por el padre Piccirillo ofm, que es una ONG palestina independiente, se decidió abrir este centro de competencia a otros palestinos, habitantes de Jerusalén. «Los jóvenes del Mosaic Centre son, en su mayoría, de Cisjordania, donde tiene mucha fama y legitimidad; su grupo está bien estructurado y lo forman una decena de mosaiquistas, pero es necesario invertir en las nuevas generaciones», dice con convicción la historiadora de arte. Un discurso y una voluntad compartidos por Osama Hamdán, arquitecto palestino y director del centro de Jericó: «En Palestina no existe un centro de formación o una universidad que ofrezcan una especialización en la restauración del patrimonio. Está en nosotros promoverlo».

La tarea no ha sido fácil. Era necesario encontrar y «apostar» por ser jóvenes jerosolimitanos dispuestos a esforzarse durante dos años en una obra enorme, ¡con más de diez millones de teselas para mosaicos! La obra se confió a tres chicos y tres chicas, musulmanes y cristianos, bajo la supervisión de Ráed Jalil y Rasmi ash Sháer, expertos del Mosaic Centre.

Osama Hamdán insiste: «La idea no era solo la de dar a estos jóvenes la técnica o una forma de trabajar, sino también sensibilizarles con la belleza de su historia, que no está hecha solo de conflictos. En Jericó, por ejemplo, musulmanes, cristianos y judíos utilizaron el arte del mosaico; esto significa que hubo intercambios y convivencia. El futuro no se construye solo con el dinero, sino también con la reflexión. Mi deseo es que tomen conciencia de no ser funcionarios sino custodios de su identidad». Redescubriendo el período romano, bizantino o incluso mameluco, la formación del mosaiquista se interroga por la expresión de un pasado y el trabajo de memoria del presente. Osama se enorgullece al ver a estos jóvenes palestinos tomar las riendas de su propia herencia, es más, renovarla. Acompañada de una buena publicidad, la obra de Getsemaní ha interesado mucho a las escuelas palestinas, tanto cristianas como musulmanas. «Han venido a vernos, en una verdadera praxis pedagógica, para ver y escuchar a los jóvenes profesionales palestinos que trabajan aquí», donde se inaugurará próximamente además una exposición que se presentará en varias ciudades palestinas, ha anunciado Osama Hamdán.

Sentido de los colores, movilidad, actitud para trabajar a varios metros de altura o al exterior, todas ellas son competencias que ha sido necesario desarrollar. Salam, una de las chicas, nos dice: «Es necesario paciencia y tranquilidad. Siempre me ha gustado el arte, pero no me imaginé nunca que me iba a convertir en mosaiquista. ¡Y lo más sorprendente es ver a una joven mujer manejando el martillo!».

Estos jóvenes profesionales trabajan ahora con un contrato local en otros proyectos en Tierra Santa: en el cementerio militar británico de Jerusalén o en los mosaicos franciscanos de Cafarnaún. Comenzarán también la restauración de los mosaicos del Dominus Flevit el próximo mes de octubre. Otra puerta más abierta: los mosaiquistas con sus formadores han ido de viaje a Italia, diez días. Ocurrió el mes de mayo pasado. Un viaje inolvidable. En el programa estaba Venecia y sus islas, Spilimbergo, Rávena, Nazzano y, finalmente, Roma. También han participado en la quinta edición del concurso internacional Pictor imaginarius. Palestina ha estado también representada en un concurso internacional, un hermoso paso hacia adelante que ha sido reconocido con el premio al «artista revelación», entregado a nuestros jóvenes mosaiquistas. Con encuentros y visitas a los centros de arte para descubrir el rico patrimonio italiano, «esperamos haber animado su curiosidad e inspiración artística. Lo necesitan para adquirir creatividad y profundidad», añade Carla Benelli. «Se está abriendo un verdadero mercado de la restauración y también del arte del mosaico contemporáneo», concluye Osama Hamdán. «La Custodia de Tierra Santa alimenta esta filosofía de ligar la conservación de los bienes culturales a la población local. En asociación con el Mosaic Centre, ha dado los medios a un puñado de jóvenes para mirar más serenamente hacia el futuro, y eso es ya un gran éxito».

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Para descubrir el Mosaic Centre de Jericó, o para visitas guiadas a los más hermosos mosaicos de Tierra Santa, escribe a mosaiccentre@yahoo.com o bien a visitproject@proterrasancta.org

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