LOS CRISTIANOS SIRIOS ABANDONAN A ASAD.

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• HAN SUFRIDO EPISODIOS DE VIOLENCIA

   JOSÉ JAVIER ESPARZA

  
  Las comunidades cristianas de Siria están retirando progresivamente su apoyo al régimen de Asad. Así lo afirma en el digital español paginasdigital el líder cristiano Evgil Turker, director de la federación de las Asociaciones siríacas: “Inicialmente la jerarquía eclesiástica era favorable al régimen, pero con la continuación del conflicto y el aumento del número de víctimas, ha decidido guardar silencio. Los sirios están desesperados y corren peligro, por lo que muchos optan por irse”.

• Cuando comenzó la guerra, los medios cristianos sirios, tanto latinos como greco-ortodoxos, se pusieron del lado de Asad por la sencilla razón de que el otro bando, el de la oposición, estaba lleno de milicias islamistas que acosaban a los cristianos hasta la muerte. Pero “el régimen de Asad ha elegido el camino de la violencia o del o con nosotros o mueres –explica Evgil Turker–. Esto también con los sirios, que son atacados por las fuerzas del régimen directa o indirectamente”. Por supuesto, “también los grupos yihadistas son hostiles hacia los sirios y cristianos y muchas familias sirias han sufrido las consecuencias de sus ataques. Se han producido decenas de secuestros y algunos han sido asesinados”, dice el líder de la federación de cristianos siriacos. En algunas zonas del país se produjo un fenómeno inédito hasta ahora en el país: “Viendo que la situación empeoraba –relata Turker–, cogieron armas para defenderse, como sucedió en la región de Al Hasake. Los sirios siempre han estado en Siria y quieren que sus derechos sean respetados”.
  Asesinato en Ghassanieh
  Mientras los grupos cristianos toman distancias respecto al régimen de Asad, la violencia contra los cristianos a manos de la oposición –esa misma oposición a la que Occidente apoya– sigue dejando su reguero de sangre. El pasado 23 de junio era asesinado en el pueblo de Ghassanieh el monjeFrancisco Murad, natural de Alepo, párroco latino (es decir, del rito católico romano) de la localidad, que había fundado allí un monasterio dedicado a Simón el Estilita. Ghasanieh está a nueve kilómetros Jisr Ash-Shugur, en el oeste del país.
  
  
  La crónica de los hechos la han contado los propios clérigos cristianos del lugar: un grupo de la oposición siria, que gobierna el pueblo de Ghassanieh, se presentó a medianoche en la casa parroquial, quiso entrar en el convento, el padre Murad se negó y los milicianos le asesinaron allí mismo. El antiguo párroco, un anciano de 79 años, Felipe Mistrih, se había visto obligado a abandonar el pueblo unos días antes.
  Toda esta zona se halla bajo control de las milicias de la oposición desde el pasado invierno. Muchas de ellas son células de Al Qaeda que han desencadenado una auténtica guerra religiosa tanto contra los cristianos como contra los musulmanes chiíes. Sin salir de Ghassanieh, el pasado mes de abril los milicianos de Al Qaeda robaron las campanas de todas las iglesias del pueblo. Medios cristianos de la región informan que el convento de Simón el Estilita y la casa de las Hermanas del Rosario han sido saqueados e incendiados. La mayor parte de los cristianos de la zona ha tenido que huir a Latakia, junto al mar, donde sobreviven como pueden.
  Gane quien gane en Siria, los cristianos llevarán las de perder. La única solución, por el momento, es el exilio. Recientemente, el ministro de Relaciones Exteriores turco ha propuesto conceder la ciudadanía a todos los cristianos de Siria casados con ciudadanos turcos y que están en peligro por la revolución que se está fraguando en el interior de Siria. Pero esto, evidentemente, sólo es una solución parcial.