El sacerdote Bill Peckman, párroco de San Pedro y San Pablo en Boonville y San José en Feyette, en Missouri, Estados Unidos, escribió en su cuenta de Facebook la que considera que es el arma más poderosa del demonio, y cómo podemos defendernos de esta.
El Miedo
“Creo que la herramienta más poderosa que el diablo tiene a su disposición es el miedo”, indicó en su reflexión.
El sacerdote no se refirió al miedo que Dios nos pide tener a aquellos que nos hace mal, sino al miedo que nos lleva a la rebelión contra Él, ya que este es una forma de decir que no confiamos en Él del todo.
“De hecho, el diablo mismo es impulsado por el miedo. Temía que nuestra creación disminuyera de alguna manera la suya. Él no confiaba en Dios y en su voluntad. Su miedo llevó a la rebelión y al odio; no solo de Dios, sino también de nosotros. Su principal herramienta es la que lo impulsa”, indicó el sacerdote.
El Padre Peckman dijo que es el miedo la razón más grande por la que los católicos no evangelizan por temor al rechazo, es lo que destruye las vocaciones por no querer perder posesiones o seguridades, y destruye nuestras liturgias por hacerlas más “friendly” para evitar perder fieles.
¡Inclusive se nos dice 365 veces en la Biblia que no tengamos miedo! “Dios sabe lo que el miedo nos hace. Ya que Él realmente nos ama y quiere lo que es bueno para nosotros, nos dice que confiemos en Él, que tengamos valor y fortaleza”, pensó el Padre Peckman.
¿Cómo combatirlo?
“El miedo se supera con fe una decisión a la vez. La fortaleza, una virtud cardinal, cuando es impulsada por las virtudes teológicas de Fe, Esperanza y Amor, nos incita a rechazar el miedo. Nos da el coraje de soportar con alegría lo que nos causen los que aún temen”, respondió el sacerdote.
Este prosiguió indicando que “las virtudes, sin embargo, son disciplinas por las cuales decidimos conscientemente lo que queremos ser. Debemos decidir confiar en la elección de Dios mediante la elección, rindiendo nuestra voluntad a su providencia. La frialdad del miedo es reemplazada por el fuego del amor”.
Para leer la reflexión completa en inglés, haz click aquí:
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