domingo, 2 de octubre de 2016

* ¡CÓMO ESTÁ EL PATIO!









Comparto con vosotros como cada domingo mi semanal artículo publicado en INFORMACIÓN  en el apartado que dirige y coordina mi buen hermano Pepe Moreno Fraile.

Algunas veces ante ciertos hechos que nos incumben no sabemos que pensar aunque si tenemos la obligación moral de decir y defender lo que opinamos y creemos para que se cree el necesario estado de opinión de lo que se puede o no hacer, entre lo falso o lo cierto porque si permanecemos en silencio se puede creer que todo el monte es orégano.

¡Sí, cómo está el patio!

Jesús Rodríguez Arias 





¡CÓMO ESTÁ EL PATIO!


Quien piense que a mi Atalaya en Villaluenga del Rosario no llega nada de la información que nos atañe no sabe lo errado que puede estar. Después de ver y leer las distintas informaciones digo para mí mismo: ¡Cómo está el patio!

Por un lado me encuentro con esa “procesión” que recorrió las calles de la zona del barrio del Cristo y que extrañó a propios y extraños cuando se la encontraban de bruces. Días atrás salió un comunicado expreso del Consejo Local de Hermandades y Cofradías que exponía bien a las claras que el paso que anunciaba su procesionar para la tarde-noche del 23 de septiembre no tenía la autorización del Arciprestazgo ni del referido órgano rector de los cofrades ya que no representaban a ninguna asociación de la Iglesia propiamente dicha.

Las imágenes que mediante vídeos o fotografías se han publicado me hacen pensar en la extrema necesidad de “sacar” como sea un paso a la calle que pudiendo tener un significado religioso, en este caso la Exaltación de la Santa Cruz, lo pierde radicalmente cuando los que lo organizan lo hacen desde un movimiento laico que organiza su particular “procesión” sin contar ni con el apoyo ni con el respaldo de la Iglesia. Es sacar el paso y ya está.

El pasado viernes no creo que se exaltara la cruz sino otros egos que están diametralmente encontrados a lo que en realidad significa la misma y sobre todo quién la portó e hizo de ella un símbolo de victoria ante la muerte: Jesús.

Mi total apoyo al Obispado por medio del Arciprestazgo así como al Consejo Local de Hermandades y Cofradías ante este tipo de situaciones que lo que hace es confundir al personal creyendo que todo el monte es orégano.

Soy cofrade, me gusta deleitarme en ver como procesiona una cofradía o asociación parroquial por las calles, y por eso mismo creo que una procesión es una protestación de fe pública, que tiene que tener un claro significado catequético y que por tanto las instituciones que las promuevan tienen que estar dentro de la Iglesia porque así lo son de pleno derecho desde su fundación. Otra cosa son otras cosas y nunca religiosidad popular.

No hace falta decir que soy un claro defensor de la labor de evangelización en la red pues a ello me dedico hace ya un lustro pero a lo mejor y también por eso mismo soy el más crítico con el mal uso intencionado o no que se puede dar a este medio que en menos de un periquete llega a los confines del mundo a toque de click.

Existen mensajes que se están pasando a diestro y siniestro, como tirando a discreción, tanto por las redes sociales como por WhastApp, en el que se hace referencia expresa a personas de Iglesia incluso sacerdotes aunque sin poner nombres y apellidos porque eso está muy “feo” además de demandable ante la justicia ordinaria.

Soy de los que pienso que algunas veces abusamos de las nuevas tecnologías, que es una forma de que se entere todo el mundo en el más amplio sentido de la expresión, para hacer o decir lo que tengamos guardado en los resquicios del alma. El apoyo puede y debe ser público pero la crítica o la corrección fraterna hay que hacerla en privado y a poder ser cara a cara porque si no estamos infrautilizando una inmejorable herramienta para llevar a la práctica la caridad y la misericordia de Dios.

Basta ya de publicar noticias en los medios para señalar gratuitamente a la Iglesia exponiendo verdades a medias que en realidad son mentiras rotundas. El “entente cordiale” o la diplomacia llega a más lugares que los aspavientos vengan de donde vengan y lo haga quien lo haga.

Sé que este artículo creará opinión pues para eso se ha escrito, para crear un serio debate entre lo falso y lo cierto, lo que se puede o no hacer. ¡Sí, es verdad, como está el patio!


Jesús Rodríguez Arias 

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