Con lo que se está montando para celebrar por todo lo alto la fiesta macabra de halloween, con lo que se ha armado con mi artículo titulado ¿Halloween? ¡¡No, gracias!!, con todo lo que se está hablando y escribiendo hoy en mi semanal artículo publicado en exclusiva en INFORMACIÓN en el apartado que dirige y coordina mi buen hermano Pepe Moreno Fraile he preferido de hablar de una persona de bien, una hermana en la fe, una valiente que da la cara por sus creencias con coherencia y aunque doy unas "pinceladas" a este bodrio de celebración que bien se la puede llevar el mismo demonio mi artículo por entero va dedicado a Mercedes Collantes Faz que es una gran mujer y lo demuestra cada día de su vida.
Lo demás carece de interés...
MERCEDES COLLANTES FAZ
Domingo 30
de octubre a tan solo unas horas para que esta bendita Isla de León se la
lleven los demonios. Me sería muy fácil el escribir sobre “lo que se avecina”,
lo que se está preparando con esmerado detalle, el describir a mi manera esta
“celebración” macabro-festiva que aunque no forma parte de nuestra cultura y
tradición ha sido impuesta por algunos propios para extrañeza del resto. Siento
ser tan explícito en mis apreciaciones cuando digo en público lo que pienso en
privado: La Isla con Halloween se ha vulgarizado.
Una vez
dicho esto entro de lleno en el tema que me trae a esta semanal tribuna y
pudiendo escribir de todo o de nada lo hago para hablar de una persona con una
imprescindible calidad humana y cristiana como es mi querida amiga Mercedes
Collantes Faz.
La verdad es
que conozco a Mercedes desde hace muchos años ya y no porque sea hija de Tito
Collantes, inolvidable cofrade que supo hacer historia en esta Isla, por ser
hermana de mi querido Juan Carlos Collantes con el que comparto pertenencia
hace más de treinta años a Misericordia, sino porque hemos coincidido, lo
seguimos haciendo, en tantos frentes abiertos como tiene el ser cristianos,
católicos, en el mundo y en la vida pública.
Fiel
defensora de la vida y de la dignidad del ser humano desde su concepción hasta
su muerte natural. Mercedes es de esas personas ampliamente formada y con
criterio que no atiende ese tipo de argumentaciones ilógicas y totalmente
parciales que nos quieren imponer desde todos los sectores a modo de una
estudiada intoxicación como es todo lo que conlleva la Cultura de la Muerte.
Fiel
defensora de la Santa Madre Iglesia a la que sirve desde los ámbitos que
trabaja por ella. Es del tipo de personas que lleva a la práctica su fe, sus
creencias, no solo desde la fidelidad sino desde el entusiasmo propio de los
que están enamorados de Cristo y eso se puede fácilmente distinguir con solo
mirarla a los ojos.
Fiel
defensora de la Familia, como pilar básico que sustenta todo. Sí, diría que
Mercedes Collantes la podríamos incardinar en el desarrollo de sus creencias,
de su fe, en los soportales de Familia y Vida.
Pero mi
querida Mercedes además de una profesional de la abogacía como la copa de un
pino, es una mujer con un profundo y hondo sentido del humor con el que afronta
no solo el día a día sino la forma de enfrentarse a cada momento según las
circunstancias.
Y Mercedes
ama con locura a su Familia en toda la extensión del término por la que es
capaz de dar simplemente lo más valioso que tiene como es su propia Vida.
Amiga de sus
amigos siempre en todo momento y lugar. Es de ese tipo de personas que pone la
mano en el fuego aunque se queme porque es buena, sin dobleces y añadiduras, lo
que se dice de confianza.
Mercedes
Collantes Faz es para mí esa buena amiga, esa permanente hermana en la Fe, que
siempre está ahí, que siempre se puede contar con ella, que es valiente en la
defensa de sus planteamientos, en lo que cree y en quienes cree aunque sobre
todo es una gran trabajadora sin descanso en las mies del Señor desde esa
segunda fila, ese buscado anonimato, que tanto la caracteriza.
Sí, Mercedes
es cofrade de la Misericordia y también de San José donde la recuerdo en el
rosario que cada noche del 31 de octubre salía acompañando al Patrón de La Isla
dando testimonio público de su Fe. Sí,
hasta hace relativamente poco tiempo el Patrón de esta Bicentenaria Ciudad salía
por las calles de su feligresía cada final de mes de octubre en una imagen
llena de profundidad cristiana pues no olvidemos que también ejerce el
patronazgo de la buena muerte.
Ahora en
este lugar en la noche del 31 es mejor cerrar las puertas y las ventanas
mientras esos que tanto le gustan se van con mismo diablo.
Gracias
Mercedes por ser como eres.
Jesús
Rodríguez Arias
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