jueves, 26 de mayo de 2016

EL INTELIGENTE MÉTODO DE SAN PÍO DE PIELTRECINA PARA AYUDAR A LOS SACERDOTES



Dominio Público.
Tal vez conozcas a San Pío de Pietrelcina por sus estigmas y los milagros atribuidos a su intercesión. Pero en vida también fue conocido por ser un estupendo confesor y por dar lecciones realmente inteligentes a quienes se acercaban a él. Este es el caso de la siguiente anécdota de un sacerdote argentino que acudió a él sin si quiera imaginar que este gran santo le daría una lección que lo ayudaría a ser un mejor sacerdote.
Se cuenta que un sacerdote argentino había oído hablar tanto sobre los consejos del Padre Pío que decidió viajar desde su país a Italia con el único objeto de que el Padre le diera alguna recomendación útil para su vida espiritual. Llegó a Italia, se confesó con el Padre y se tuvo que volver sin que le diera ningún consejo. El Padre le dio la absolución, lo bendijo y eso fue todo.
Llegó a la Argentina tan desilusionado que se desahogaba contando el episodio a todo el mundo:

    –    No entiendo por qué el Padre no me dijo nada… ¡y yo que viajé desde la Argentina sólo para eso! El Padre Pío lee las consciencias y sabía que yo había ido con la esperanza de que me diera alguna recomendación…
Así se quejaba una y otra vez hasta que sus fieles le empezaron a preguntar:
    –    Padre, ¿está seguro que el padre Pío no le dijo nada? ¿No habrá hecho algún gesto, algo fuera de lo común?
Entonces el sacerdote se puso a pensar y finalmente se acordó que el Padre Pío sí había hecho algo un poco extraño… entonces dijo a sus fieles:
    –    Me dio la bendición final haciendo la señal de la cruz sumamente despacio, tan despacio que yo pensé: “¿es que no va a acabar nunca?”
Le respondieron:
    –    ¡He ahí el consejo! Usted la hace tan rápido cuando nos bendice que más que una cruz parece un garabato.
El sacerdote quedó contentísimo con esta forma tan original de aconsejar que tenía el Padre Pío.

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