ISLAMABAD, 30 May. 16 / 07:31 pm (ACI).- El pasado 22 de mayo los padres y la hermana del abogado cristiano Sardar Mushtaq Gill, que se ocupa de la defensa de los cristianos discriminados o víctimas inocentes de la ley de blasfemia en Pakistán, fueron secuestrados por desconocidos en la ciudad de Lahore.
La agencia vaticana Fides informa que el abogado encabeza la organización Legal Evangelical Association Development (LEAD), con la que defiende a los cristianos, lo que le ha valido sufrir amenazas y acosos durante varios meses.
El día del secuestro los padres y la hermana de Gill estaban esperando un bus para ir al pueblo Kot Usad Ullah para expresar su pésame a un pariente. Un extraño los invitó a subir a su automóvil diciéndoles que había sido enviado por el abogado, pero una vez dentro del vehículo el hombre avanzó en dirección opuesta.
Aprovechando un momento en medio del tráfico y con el auto detenido, la madre y la hermana de Gill lograron bajar, mientras que el padre, amenazado con un arma de fuego, se quedó con el secuestrador. Horas más tarde el hombre fue puesto en libertad.
El padre del abogado reveló que el secuestrador le habló explícitamente de su hijo Sardar Mushtaq Gill y “de su defensa de los casos relacionados con la religión”.
En estos días LEAD se ha concentrado en defender a las jóvenes cristianas a las que obligan a convertirse y a casarse con musulmanes. En este mes han salvado a dos de ellas.
“A pesar de este sufrimiento y estos ataques continuaré en el trabajo de la defensa de las víctimas de la violencia religiosa”, dijo Gill a Fides.
Ataques a cristianos
En Pakistán el odio a los cristianos que son una minoría religiosa, parece no tener límites.
En marzo de este año, en el Domingo de Pascua, extremistas musulmanes perpetraron un atentado suicida en el murieron más de 70 personas y más de 400 resultaron heridas en Lahore, en un parque en el que los cristianos se habían reunido para celebrar la Pascua.
En la primera semana de este año en enero un grupo de musulmanes secuestró a una joven cristiana, otro quemó una pila de biblias y libros litúrgicos en una iglesia; y en la región de Punjab quemaron un templo protestante.
En octubre del año pasado, una cristiana de 28 años fue quemada viva por rechazar casarse con un musulmán.
En abril de 2015, un grupo de extremistas islámicos prendió fuego a un adolescente por decir “soy cristiano”. El muchacho murió luego de perdonar a sus homicidas.
Pocos días antes, en marzo, dos terroristas suicidas atentaron contra dos templos cristianos en el barrio de Youhanabad en Lahore dejando un saldo de al menos 14 muertos y unos 80 heridos.
Ley de blasfemia
La Ley de Blasfemia agrupa varias normas contenidas en el Código Penal inspiradas directamente en la Shariah –ley religiosa musulmana– para sancionar cualquier ofensa de palabra u obra contra Alá, Mahoma o el Corán.
La ofensa puede ser denunciada por un musulmán sin necesidad de testigos o pruebas adicionales y el castigo suponer el juicio inmediato y la posterior condena a prisión o muerte del acusado.
La ley es usada con frecuencia para perseguir a la minoría cristiana, que suele ser explotada laboralmente y discriminada en el acceso a la educación y los puestos de función pública.
Uno de los casos más emblemáticos en la aplicación de esta norma es la madre y esposa católica Asia Bibi, encarcelada injustamente desde noviembre de 2010, acusada de blasfemar contra Mahoma, una acusación que siempre ha rechazado.
Hace unos meses la familia de Asia pudo saludar al Papa Francisco gracias a las gestiones de HazteOir. En esa ocasión el Santo Padre le dijo al esposo que reza por ella y su liberación.
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