jueves, 17 de septiembre de 2015

PARA MEDITAR

Con ciertos errores tal vez tengamos que luchar toda la vida y morir con ellos, pero son los que nos mantienen en la realidad y la humildad. Tal vez Dios no quiere de nosotros vencedores sino luchadores. No hay nadie ontológicamente malo. Lo que pasa es que el mal está tan profundo en nosotros que nos cuesta arrancarlo. 

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