La pequeña jornada de convivencia, que ha dado inicio de manera oficial al curso en el Obispado de Cádiz y Ceuta, ha comenzado con una reunión en las dependencias comunes en las que D. Rafael Zornoza ha dirigido unas palabras a los presentes. El Obispo ha querido comenzar esta exposición agradeciendo el trabajo de todas las delegaciones, secretariados y distintos estamentos diocesanos y ha destacado cómo la labor que llevan a cabo debe ser unitaria “hemos de compartir esfuerzos, aunar nuestras voluntades, criterios y corazones, como es propio de la santa Iglesia y la Fe que compartimos”.
Mons. Zornoza ha incidido en la naturaleza de la Curia diocesana cuyo trabajo, ha recordado siguiendo el Concilio Vaticano II, “ha de tener siempre una fuerte impronta pastoral entendiendo la Iglesia como comunión. Vuestro trabajo es un servicio de la comunión y para la comunión; no se trata de una simple colaboración profesional sino una verdadera colaboración en el ministerio episcopal; por ello, lo primero en la vida de los trabajadores de la Curia es su fidelidad cristiana, su entrega, para poder ser colaboradores del ministerio del Obispo”. “Es una gran responsabilidad - ha continuado el prelado – puesto que los trabajadores del Obispado son, muchas veces, el escaparate de la Iglesia para muchos que no la conocen y por ello han de realizar un servicio profesional marcado por una clara identidad cristiana”.
El obispo diocesano se ha referido a los nuevos proyectos que se ponen este año en marcha dentro de las líneas de acción pastorales que se caracterizan por su continuidad y crecimiento como el caso de escuelas de Evangelizadores, que tienen una gran acogida, la escuela de Discipulado, la creación de nuevos Cenáculos en la diócesis o el crecimiento de los asistentes al Seminario Menor.
El Obispo ha recordado también que la Carta Pastoral de este año, que comienza mañana a presentarse en los distintos arciprestazgos de la diócesis, se enmarca dentro del Jubileo de la Misericordia, convocado por el papa Francisco que ha de ser el marco de toda acción pastoral en los próximos meses.
Posteriormente, durante la homilía pronunciada en la Santa Misa celebrada para los trabajadores, Mons. Zornoza ha animado a los presentes a “pedir a los Arcángeles, cuya fiesta celebramos hoy, que nos ayuden a vivir en la necesaria presencia de Dios para nuestra vida (…) Es reconfortante saber que Dios nos acompaña siempre y que nos protege a través de la compañía de estos Ángeles. Vivir en su presencia es ordenar nuestra vida hasta llegar a una identificación interior para vivir como otros Cristos en la tierra”.
La jornada ha concluido con un pequeño ágape festivo en el que los trabajadores han aprovechado para felicitar al obispo diocesano en su onomástica.
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