Una imagen
vale siempre más que mil palabras por más que a mí me cueste creerlo porque soy
de los que me apasiona construir una por medio de conjugar estas.
Pero esta
imagen que hoy preside este artículo lo dice todo porque en ella se refleja
bien a las claras lo que es “la sonrisa de la amistad”.
Franqueza en
la sonrisa, transparencia en la mirada, calidez en el encuentro.
Y si, puedo
decir abiertamente que para mí D. Rafael Zornoza Boy es “la sonrisa de la
amistad”.
Os diré que
encuentro en D. Rafael y pido a Dios que me sepa explicar con claridad.
Para mí D.
Rafael Zornoza Boy es un buen amigo de esos que siempre está, de esos que
siempre sabe de ti aunque tú no sepas de él, de esos que sabe estar, de esos
que aunque no nos veamos con asiduidad siempre lo tienes a tu lado, de esos que
si le pides algo mueve cielo y tierra para hacerlo, de esos que te acompaña en
los momentos complicados, de dolor, de preocupación, de soledad pues en esas
ocasiones es donde se ve al verdadero Amigo ya que en las alegría y tiempos de
bonanzas están todos los que están y también los que no.
Para mí D.
Rafael Zornoza Boy es el sacerdote entregado a su ministerio apostólico sin
más. De las veinticuatro horas que tiene el día está veinticinco dedicados al
Señor así como a los demás pues él mejor que nadie sabe, por experiencia
propia, llevar a la práctica el principal mandamiento de Jesús: “Amarás a Dios
con todo tu alma y al prójimo como a ti mismo”. Es un Amor exclusivo y también
compartido el que nos pide Cristo y el que da a manos llena este buen Cura que
por obra y gracia del Espíritu Santo también es nuestro Obispo.
Para mí D.
Rafael Zornoza Boy es el Prelado, el Pastor Diocesano, el Obispo que sabe
llevar el báculo y la mitra con entrega, con firmeza, con veracidad, con
coherencia, con caridad, con misericordia. En mi querido Obispo de Cádiz y
Ceuta se puede confiar pues siempre se aprende. Su actitud de entrega constante,
desgastándose por todos y cada uno de nosotros, sus palabras que son las
mejores catequesis, sus ideas, ilusiones e iniciativas de una forma nueva de
hacer la evangelización que tan buenos resultados están dando en esta diócesis
desde que llegara y que está siendo a su vez ejemplo de muchas por el ardor
apostólico que están demostrando todos los que trabajan y colaboran con nuestro
Prelado.
...Y también
de sus silencios. Porque cuando D. Rafael calla y te mira a los ojos te habla
directamente al corazón. ¡Tenemos tanto que aprender de los silencios!
Para mí D.
Rafael Zornoza Boy, Obispo de Cádiz y Ceuta, es una auténtica Gracia de Dios
que ha vuelto a bendecir a esta bendita tierra porque es un hombre que se hace
querer simplemente por los naturales sentimientos de reciprocidad de un hombre,
un sacerdote, un obispo entregado a todos y sobre todo a Dios.
Para mí D.
Rafael Zornoza Boy es valentía, coherencia, porque tiene un verdadero espíritu
sacrificial que hace que no se acobarde ante los mayores envites, muchas veces
bien programados, para defender con fidelidad a la Madre Iglesia a la que sirve
como buen pastor.
Para mí D.
Rafael Zornoza es ese obispo querido por tantos, también malquerido por algunos
pero eso entra dentro de lo normal de las personas que tienen en sus manos el
tener que decidir pues según lo adoptado puede gustar, ser de la apetencia, o
no de algunos. En líneas generales es un hombre muy querido y muy respetado por
propios y también extraños.
No
confundamos el respeto con el miedo porque en el caso concreto de D. Rafael lo
segundo no existe pues en nuestro querido obispo podremos encontrar firmeza en
la misericordia.
No conozco a
ninguno de sus colaboradores más inmediatos, de los que están o de los que ya
se han marchado a otros lares, que hablen mal de él pues todos tienen una
eterna gratitud, un sereno gozo en sus corazones, de estar trabajando o haber
colaborado en sus primeros tiempos con un hombre de Dios.
Para mí D.
Rafael Zornoza es el obispo volcado con la juventud y con el Seminario. Dotado
de una simpatía y un carácter arrollador que hace que le de una fuerza,
inexplicable en muchos momentos, así como una vitalidad que a pesar de todas
las responsabilidades, cargas, pesares comparte la alegría con los jóvenes y
también familias en diversas peregrinaciones como pueden ser Lourdes o el mismo
Camino de Santiago.
El grupo de
Facebook “Amigos de D. Rafael Zornoza Boy, Obispo de Cádiz y Ceuta” es un
ejemplo porque en él se muestran muchos de los que lo apoyan y sobre todo jóvenes
que hacen lo que tengan que hacer para apoyar a su obispo, al obispo de los
jóvenes.
Y son
precisamente los lugares más apartados los que necesitan más el cariño y la
atención los que se sienten tan contentos con D. Rafael. Nombraré como ejemplo
Ceuta.
Es esta
grupo una auténtica comunidad de hermanos en la Fe, de fidelidad absoluta a la
Santa Madre Iglesia, que manifiestan públicamente su respeto, su apoyo y cariño
a nuestro obispo diocesano, Mons. D. Rafael Zornoza Boy y aunque no suene muy
objetivo, ni falta que hace pues escribo un artículo muy personal en el blog
que dirijo, quiero dar las gracias públicamente a Hetepheres Benítez Collantes,
su administradora, por el celo, el rigor que tiene con todos, sin excepción,
así como la variada oferta de noticias que comparte día a día haciendo de este
grupo un lugar vivo y vivificante que es cosa a tener en cuenta en el amplio
campo de la evangelización en la red en la cual estoy metido ya hace algunos
años.
Reconozco
que cuando escribo de D. Rafael las palabras salen solas pues es el corazón el
que habla y cuando esto pasa siempre hay que dejarlo hacer.
Quiero que
este artículo sea mi particular regalo a Monseñor D. Rafael Zornoza Boy, Obispo
de Cádiz y Ceuta, en el día de su onomástica, de su santo como se dice por
aquí, y le dio las gracias por ser simplemente como es así como al Señor por
haberlo puesto en el camino de nuestras vidas.
¡Felicidades
D. Rafael! Usted sabe que lo queremos y lo admiramos.
Sí, queridos
hermanos, para mí, D. Rafael Zornoza Boy es “la sonrisa de la amistad”.
Recibid
todos un fraternal abrazo.
Jesús
Rodríguez Arias
Querido Amigo Jesús Permíteme que me una a tu felicitación a Monseñor Rafael Zornoza por dos motivos: porque es su santo y, como el Arcángel Rafael, es un signo de la Presencia y del amor de Dios, ¡felicidades! . Y, felicidades también por los Dones que le ha concedido el Señor. Yo, como miembro de la Iglesia de Jesucristo, por la parte que me toca, le doy gracias al Señor por habernos enviado este Pastor extraordinario. Tú sabes, Jesús, que yo pertenezco a la Diócesis de Málaga: Mi Obispo también es joven, trabajador y se muestra particularmente cuidadoso de promover la vida cristiana; pero no tiene la empatía que tiene el Obispo de Cádiz. Mi enhorabuena para tí y para todos los gaditanos y un abrazo muy cordial en compañía de "nuestro" Prelado, pidiendo al Señor toda suerte de Bendiciones. MªJosé Bermúdez.
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